Con el regreso de la octava edición de La Isla de las Tentaciones, su presentadora, Sandra Barneda, no solo brilla en la televisión, sino también en su impecable estilo de vida. Más allá de las cámaras, Barneda disfruta de su espectacular hogar en pleno centro de Madrid, un dúplex de estilo rústico que refleja su personalidad y buen gusto.
La cocina, uno de los rincones más fascinantes de su casa, es el corazón del hogar, destacando por su diseño cálido y funcional, con un toque absolutamente rústico que parece mucho más propio de una vivienda alpina que del Madrid castizo.
En esta estancia, Sandra ha apostado por muebles de madera (madera por todos lados) que combinan perfectamente con los detalles originales de la vivienda. Este material, protagonista en muchos de los espacios del dúplex, aporta calidez y conecta con la esencia rústica que domina la casa.
Los armarios y superficies de la cocina presentan acabados naturales, creando un ambiente acogedor que invita a disfrutar tanto de la gastronomía como de la convivencia. De hecho, ella misma se suele fotografiar en su hogar descalza, trasladando a sus seguidores el confort y calidez absolutos con los que vive cuando no está en Santo Domingo de rodaje.
La cocina está inteligentemente conectada con un práctico comedor que sigue la misma línea estética: toda la casa parece esa cabaña en la montaña en la que uno sueña. Una gran mesa de madera maciza preside el espacio, ideal para comidas relajadas, una copa de vino improvisada o reuniones con amigos.
Este comedor, de diseño sencillo pero elegante, se integra perfectamente con la cocina, permitiendo un flujo natural entre ambos espacios. La elección de materiales y disposición refleja no solo funcionalidad, sino también un sentido estético arraigado en la naturalidad.
Un dúplex rústico
El resto del hogar de Sandra Barneda no se queda atrás en cuanto a diseño y personalidad. Este dúplex en pleno centro de Madrid destaca por su estilo rústico, donde los techos altos con vigas de madera y las paredes de ladrillo visto (también en la cocina) son protagonistas. Estos elementos arquitectónicos originales, combinados con piezas modernas y funcionales, como obras de arte abstractas, hacen de la casa un lugar único y lleno de carácter.
Además, el hogar cuenta con una chimenea, un elemento distintivo que convierte el salón en un refugio cálido y acogedor, especialmente en los meses más fríos. Los amplios ventanales permiten que la luz natural inunde todos los rincones, potenciando la sensación de amplitud y conexión con el entorno urbano.
A pesar de estar en el centro de la ciudad, la casa ofrece un ambiente sereno y relajante, ideal para desconectar después de largas jornadas de trabajo y de un estilo de vida que seguro que resulta extenuante.
Foto | @sandrabarneda/Instagram
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