Dentro de nuestro Espacio sin Lactosa, he preparado un plato que me encanta: se trata de unas patatas gratinadas con queso emmental sin lactosa de Kaiku. Es un plato muy completo porque combina los hidratos de las patatas, con las vitaminas de los calabacines que también se incluyen, y las proteínas del queso y la nata. No es la primera vez que utilizamos un queso sin lactosa para gratinar un plato de verduras, ¿os acordáis de estas berenjenas?
Se necesita el horno para la cocción, pero para mí no es un inconveniente aunque estemos en verano, ya que procuro encenderlo a primera hora de la mañana y aprovechar el calor para hacer también algún otro plato o postre.
Ingredientes para la tarta de patatas gratinadas con queso emmental sin lactosa:
(Para cuatro personas)
Base: Un kilo de patatas medianas, dos calabacines pequeños y tiernos, dos cebollas pequeñas, cuatro dientes de ajo, aceite de oliva, sal, albahaca picada y pimienta negra molida.
Gratinado: una bolsa de queso emmental rallado sin lactosa Kaiku, un brick de nata para cocinar sin lactosa Kaiku, dos huevos.
Guarnición: una cebolla tierna, una ramita de apio y un pepino pequeño.
Cómo preparamos nuestras patatas gratinadas con queso emmental sin lactosa:
Primero pelamos las cebollas pequeñas y las cortamos en aros, picamos el ajo y lo llevamos todo a una cazuela con aceite de oliva caliente. Cuando estén dorados podemos salpimentar y retirar del fuego.
Ahora es el momento de preparar la salsa para cubrir, para ello batiremos la nata para cocinar con los huevos y el queso rallado, añadiremos un poco de sal y reservaremos unos minutos en la nevera dentro de un bol tapado.
Se lava la piel de las patatas y calabacines, se retira con un pela verduras (o pela patatas). Después se cortan tubérculos y verduras en rodajas no muy gruesas y se disponen en una fuente refractaria engrasada con aceite de oliva, se empieza con la patata, después el calabacín, y por último de nuevo la patata. Encima de las capas de patata se rocía con un poco de aceite y se espolvorea albahaca picada.
Cuando tenemos la fuente cubierta, verteremos cebollas y ajos, y cubriremos todo con la salsa. Entonces lo llevaremos al horno precalentado a 200 grados, en 45 minutos estará listo.
Degustación:
Seguro que este plato os gusta: es muy nutritivo y es muy sabroso gracias a la utilización de dos derivados lácteos sin lactosa (queso emmental y nata para cocinar), a la vez que se nota el toque de las especias. Aún sin acompañamiento sienta muy bien, pero podéis servirlo junto a una guarnición de cebollas tiernas, trocitos de pepino y rama tierna de apio.
Dificultad | Fácil Tiempo de preparación | 90 minutos
Macarena González es una mamá a la que le gusta meterse en la cocina para elaborar platos clásicos, y también para experimentar con nuevas texturas y sabores. Está convencida de que la comida es fuente de salud, por eso cada día dedica tiempo a escoger los mejores ingredientes con los que preparar alimentos para su familia. Es editora en Peques y Más.