Una cena en un marco de lujo y una cena con carne cinco estrellas. Así es como se presentaba la noche del pasado miércoles, 11 de noviembre. Por un lado teníamos el restaurante, El Chaflán de Juan Pablo Felipe, la carne procedía de cinco Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) Y ni que decir que la compañía en la cena fue también espectacular, 25 personas de cinco grupos diferentes: cocineros, bloggers, consumidores, representantes de diferentes organizaciones y críticos gastronómicos.
En mi mesa, la de los bloggers tuve el placer de encontrarme a amigos y conocidos. Roberto Gonzalez, El Pingue, Jorge Guitían del Gourmet de Provincias, Marta Borruel de Navarra Gourmet, y Cristina Martínez más conocida como Garbancita.
En un principio la cena me recordaba a una cata que tuve el placer de asistir el año pasado, donde se hizo una cata de diferentes vacunos, comparados con la carne de Valles del Esla, toda una formidable experiencia. Aunque el formato de esta cena fue diferente la verdad que no defraudo en absoluto.
En la cocina de El Chaflán se situaron los cocineros responsables de que los platos elaborados con las diferentes piezas de carne, cinco, de otros tantos vacunos de cinco IGP seleccionadas. Los cocineros, menos para el primer plato y más polémico por la desafortunada forma de criticarlo de José Carlos Capel, fueron cocineros de diferentes escuelas de hostelería, también de distintas zonas de España. El primer plato es una receta con mucho éxito del propio Juan Pablo Felipe.
Antes de entrar en los platos, debo hacer un breve parón, solo breve porque no se merece más explicaciones. Lo mejor de la noche fue la charla que mantuvimos Jorge Guitian, Garbancita y un servidor con Juan Pablo Felipe en su propia cocina. Es de esos detalles que un amante de la gastronomía recordará por mucho, mucho, tiempo. Lo peor de la noche fue la actitud que nadie entendió que mantuvieron desde la mesa de los críticos gastronómicos. Dicho esto, os invito a que leáis el resto de crónicas del resto de bloggers.
El primer plato fue, a mi juicio, un excelente Tartár. Se trataba de un Steak tartar con helado de manzana y mostaza de Juan Pablo Felipe. Eso sí, es un plato no recomendado para gente que no le gusten los sabores fuertes. Aunque, realmente, todos los Steak Tartar están fuertemente condimentados por lo tanto es muy extraño que hubiese gente que se extrañase de esto. La pieza de carne se trataba de "pez" o lo que se denomina como falso solomillo. Muy tierno, exquisito para hacer este tipo de platos.
El segundo de la noche (en plan corrida de toros) fue el Rabo de Retinto con cachuela, lombarda y col de la Escuela de Hostelería de Orellana la Vieja (Badajoz). Este plato despertó en mi un sentimiento que hacía tiempo tenía olvidado. Y eran mis primeros pases (y no pasos) en la Escuela de Hostelería de Madrid. La zanahoria, calabacín y patata torneadas, menudo trabajo tiene eso. Y el envolver cosas con col. Bueno, para mí lo mejor del plato fue esto. Cierto es que la carne estaba un pelín fibrosa, aunque en conjunto los sabores del plato estaban muy bien conjuntados.
El tercer plato de la noche, ya casi no me entraba más, fue un Costillar de Ternera de Ávila asado, boletus y crema de boniato de la Escuela dependiente de la Universidad Laboral de Albacete. A lo mejor como nota media fue el mejor plato de la noche, aunque muchas veces no es mejor el que más nota tiene si no el que te llega de alguna u otra forma. A veces los críticos se olvidan de este aspecto. Además de otros. En este caso, a mi me encanta recordar cosas de mi vida con las cosas que como, me recordó a los asados que hacía mi abuelo. El mismo sabor, la carne en su plenitud. Yo creo que fue el plato que mejor partido supo sacar a la pieza de carne que le habían asignado. Para mí en su punto, además de ganar muchos puntos con la forma de presentación.
Con el cuarto plato, Carrillera a la sidra con milhojas de calabaza y cecina, tulipa de cabrales con compota de manzana pastel de patatas y boletus de la Escuela de Hostelería Pravia acabé de llenarme. El paladar no es el mismo cuando estás lleno, pero se hizo un esfuerzo. En mi opinión las carrilleras como mejor están son en porciones más pequeñas. Aun así la carne tenía un punto excelente, aunque no le acompañaba para nada la tulipa de cabrales, en mi opinión el queso se les tostó de un pelín de más y le dio un sabor amargo poco atractivo.
Y por último una Tapilla de Xata Roxa confitada con sus verduritas y crema de guisantes de la Escuela de Hostelería de Alcalá de Henares. Un plato que en conjunto estuvo muy bien. La carne tal vez un pelín seca, pero sin duda alguna excelente y de sabor genial.
Las carnes probadas procedieron de las IGP de: Ternera de Navarra, Retinto, Avileña-Negra Ibérica, la ternera asturiana y la Xata Roxa. Por cierto que en la mesa de los cinco cocineros: Mario Sandoval, Araceli Conty (profesora de mi querida Escuela de Hostelería de Madrid), Dario Barrio, José Luis Estevan y Joaquín Felipe.
En resumen, una puesta en escena fantástica, unos platos de primera con unos cocineros (estudiantes y profesores) excelentes, y solo desear que se le de el valor que merece a la carne de IGP, porque realmente es una carne excelente.
En Directo al Paladar | Cata de carnes: Wagyu, Angus y Valles del Esla