Todos los que estamos pendientes de la Cumbre Internacional de la Gastronomía Madrid Fusión, esperábamos expectantes la actuación de Ferrán Adrià, que una vez más ha fascinado con sus nuevas creaciones. En esta ocasión con un caviar de aceite de oliva, para lo que precisó diversos ingredientes, técnicas y tratamientos, muestra de sus largos días de estudio y pruebas en su laboratorio, y del éxito en su restaurante.
Para obtener las diminutas bolitas doradas que conformaban el caviar de aceite de oliva utilizó agua con cloruro cálcico, alginato (un gelificante) y una máquina encapsuladora.
Para realizar las cáscaras de huevo hechas con leche de coco, precisó el nitrógeno líquido, además de la goma espesante Xantana, que se extrae el almidón de maíz, que es capaz de mantener elementos en suspensión y no confiere sabor a la elaboración, con lo que elaboró un postre seguramente exquisito.
El marisco y el pescado también se encontraron entre sus creaciones culinarias, pero no todo eran demostraciones, Adrià dedicó a la materia prima y a los productos de calidad, independientemente de su procedencia, las mayores alabanzas, pues son la base principal del éxito gastronómico, tanto con los ingredientes más caros como con los más sencillos, puntualizando que lo más caro no siempre es lo mejor.
Hoy también ha sido el día en el que se ha rendido homenaje a los ocho productos emblemáticos de la gastronomía, cuyos representantes de cada país recogieron los premios. Aunque echamos de menos el aceite de oliva, reconocemos el valor y el éxito del jamón ibérico, y para el resto países, los más virtuosos fueron el Bourbon (Estados Unidos), el champán (Francia), la trufa blanca (Italia), el buey de kobe, (Japón), el queso Stillton (Reino Unido), las papas del altiplano (Perú) y el vino de Oporto (Portugal).
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