En las jardinerías y tiendas de decoración, últimamente parece que hay una reina indiscutible en el universo vegetal: se trata de la Kokedama, una planta que tiene puentes con el bonsái y que consiste en una maceta vegetal (volante o no) y esférica capaz de retener la humedad.
Pues bien, su fabricación es de lo más sencilla (siguiendo muy pocos pasos) y es además un reto para los amantes de jardinería. En realidad, con todo preparado se puede obtener una en menos de diez minutos.
Las kokedamas son una nueva propuesta montada artesanalmente según la tradición japonesa que consiste en darle a esta planta una maceta orgánica hecha a base de musgo y con una forma esférica.
De hecho, el nombre contiene la palabra musgo (koke) y dama (bola), de forma que su traducción literal al castellano sería algo así como bola de musgo. Para muchos, esta propuesta es una especie de mascota verde o tamagochi, con cuidados muy personalizados, con un diseño original y poco visto.
Una secuencia fácil
Para hacer una basta con hacerse con una planta, el ejemplar que se desee, pues para la búsqueda valen muchas variedades: desde rosas, suculentas, arces y todo tipo de palmas. Muchas son las especies vegetales que se adaptan a esta solución de jardinería.
Pues bien, hay que tomar sustrato universal en un cuenco y humedecerlo con suficiente, trabajándolo con las manos para que se vaya apelmazando en forma de pelota.
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Después hay que formar una pelota con ese sustrato y escurrirlo presionando con las manos. En el interior de esta pelota tienen que quedar las raíces del ejemplar de la planta escogida, que habrá que tener a mano para realizar este paso.
A continuación hay que forrarlo con una capa de musgo, que será el encargado de que la humedad no escape. Esta capa puede podarse ligeramente una vez terminada la kokedama.
Para que el musgo quede bien pegado a la bola de tierra, hay que rodearla con hilo de nylon o algodón, preferiblemente de color verde para que no se vea, y el musgo pueda mostrar toda su belleza.
Este nuevo ejemplar habrá que mantenerlo siempre húmedo para que la raíces consigan nutrirse. Es ideal comprar un pie para poner a modo de exposición nuestra nueva kokedama.
Foto | Armand Valendez/Pexels
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