O lo amas o lo odias: el cilantro es una de esas hierbas aromáticas que llenan de su sabor y perfume cualquier plato y que uno puede amar o aborrecer por completo con solo un poco de su presencia en cualquier receta.
Para los que integran el primer grupo, la disposición constante de cilantro es una gran noticia, pues así puede espolvorearse por encima de cualquier plato con cualquier excusa.
También, la buena noticia es que puede plantarse en cualquier hogar y con unos sencillos pasos, y la primavera es la época perfecta para hacerlo.
Cuando todavía las temperaturas no son excesivamente elevadas, el cilantro crece estupendamente en maceta y plantado desde semilla.
Hay que buscar el lugar con más exposición solar que tengamos en casa y preparar una maceta o parterre con tierra con abono orgánico o humus, que dará a la planta los nutrientes necesarios para crecer vigorosamente.
Separar las plantas
Hay que sembrar las semillas a cinco milímetros de profundidad y separadas con una distancia de un palmo: unos 20 centímetros serán suficientes.
Estas germinarán al cabo de dos o tres semanas y se deberá cosechar cortando los tallos desde la base de la planta, de forma individual.
Además, para estimular el crecimiento de las plantas, hay que ir cortando cada semana unos dos tercios de sus hojas, lo que favorecerá que siga produciendo nueva hojas.Foto | Rajesh S Balouria/Pexels.
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