Los caracoles y las babosas no son seres totalmente repugnantes, pero su presencia en nuestros huertos es a la vez una mala y una buena noticia.
Estos animales son indicador del buen estado de salud de la plantación, por la que se sienten trendamente atraídos.
No obstante, esta misma presencia es una amenaza que compromete nuestra de capacidad de recolectar frutos en los días siguientes al avistamiento de estos seres.
Existe una solución que además, no nos costará un dinero extra y que tampoco dañará a estos inofensivos animales, y que se basa en un útil muy presente en los hogares.
Se trata de usar los tapones de las botellas de vidrio, colocados de forma estratégica para delimitar la presencia de las babosas y caracoles.
Renglón de tapones
Esto es, uno al lado del otro y pegados con cinta de doble cara entre ellos se pueden colocar alrededor de la base de la planta y al topar con estos, las babosas y caracoles, dan al sentir que no es una superficie segura.
Esta solución es además muy ecológica, porque no dañará el cultivo y porque permite darle una segunda vida a un útil como un tapón.
En caso de no contar con estos accesorios en casa, es mejor pedírselos a alguien que use estos accesorios para incidir en este gesto de economía circular.
Foto | Petr Ganaj/Pexels
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