El ritmo acelerado de la vida moderna deja poco tiempo para atender pequeños detalles como el cuidado de las plantas. Sin embargo, hay especies ideales para quienes buscan un hogar verde sin sacrificar su tiempo. Una de ellas es la schefflera arboricola, una planta de interior que requiere muy poca agua para lucir vibrante.
Esta especie, originaria de climas tropicales, destaca por sus hojas brillantes y su capacidad para adaptarse a diversas condiciones. Su resistencia y bajo mantenimiento la convierten en la opción perfecta para aquellos con agendas saturadas.
Además, la schefflera no solo es decorativa, sino que también mejora la calidad del aire en interiores. Esto la hace doblemente atractiva, pues contribuye al bienestar del hogar mientras añade un toque de frescura y elegancia.
Su cuidado es sorprendentemente sencillo. Requiere riegos esporádicos y prefiere espacios bien iluminados, pero lejos de la luz solar directa. Esto significa que puedes olvidarte de ella durante días sin que pierda su esplendor.
Poco impacto ambiental
Para quienes buscan una opción más sostenible, la schefflera es una excelente elección. Su bajo consumo de agua y su durabilidad minimizan su impacto ambiental, algo cada vez más valorado en el diseño de interiores.
A nivel estético, sus hojas verdes intensas aportan un contraste atractivo en cualquier espacio. Colocarla en macetas elegantes o en rincones estratégicos transforma por completo el ambiente.
Esta planta es un ejemplo de cómo la naturaleza puede integrarse a la vida urbana sin complicaciones. Un pequeño lujo verde que requiere poco esfuerzo, pero aporta mucho en belleza y bienestar, y es una gran aliada en meses en los que la vida no nos da más de sí pero no queremos renunciar a tener plantas.
Foto | Rachel Claire
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