El tomate es uno de los ingredientes de los que más nos quejamos. Parece que los tomates que encontramos en las tiendas no tienen nada que ver con los que recordamos de cuando eramos pequeños y nada que ver con los que comemos cuando vamos a los pueblos y probamos esas ensaladas llenas de sabor. Entonces, ¿cómo conseguir tomates que sepan a tomates?
Aunque reconozco que muchas veces esto es una tarea difícil o una misión imposible, para conseguir tomates que sepan a tomates hay que partir de un principio. Los tomates solo saben a tomates cuando se comen en la temporada de tomates. Si queremos comer tomates en invierno, lógicamente serán tomates procedentes de invernaderos en los que tomaremos algo con forma de tomate, pero con un sabor que estará muy lejos de ese tomate que deseamos.
El placer de esperar
Hace tiempo, yo descubrí el placer de esperar. Me refiero a la ilusión con la que en estos meses empiezo a soñar con los tomates, los tomates sabrosos y buenos de temporada, de la misma forma que ya estoy disfrutando de la espera imaginandome el sabor de los melocotones que pronto traerá el verano.
Esto me sirve de ejemplo porque si te comes un melocotón ahora, probablemente será un corcho sin sabor y si lo comes en el mes de agosto, probablemente su perfume inunde toda la casa. Igual sucede cuando compramos tomates en su momento, frente a los tomates importados o de invernadero.
Por eso hablo del placer de esperar, del placer de no tomarlos ahora y esperar para tomar los productos cuando están en plena temporada, cuando estarán en su punto, llenos de sabor y además a mejor precio.
Las variedades más sabrosas
Hay muchos tomates llenos de sabor. Me vienen a la memoria algunas de las variedades de tomate más saborosas, de las que ya os hemos hablado en Directo al Paladar como los tomates de la Huerta Carabaña, o los tomates rosas de Aracena, o sus primos los tomates rosas de Barbastro en Huesca, o los de alta montaña o de piel de doncella.
Podría hablar de los deliciosos corazón de buey o de los auténticos R.A.F., de los tomates pata negra, o los tomates de rama con su intenso sabor, o del tomate negro de Santiago. Además podría indicaros cuáles de ellos me gustan más para freír, para ensaladas, para gazpachos y salmorejos.
De todas formas mi consejo sería -además de conseguirlos en temporada-, recurrir a las variedades locales, a tomates procedentes de semillas tradicionales. Si es posible, comprar tomates cuando vayamos al pueblo los fines de semana, donde encontraremos los mejores tomates y a mejor precio. Además no hay que tener miedo de comprar una buena cantidad, para hacer conservas, salsa de tomate y guardarla para todo el año.
Cómo conseguir tomates que sepan a tomate si vivo en la ciudad
Si vives en la ciudad, también hay opciones para conseguir buenos tomates de calidad, pero recuerda que todo tiene su precio. No se pueden conseguir tomates de calidad y pagarlos a precio de tomates de invernadero.
Existen diferentes posibilidades para conseguir buenos tomates como los de las imágenes que ilustran mis palabras. Todo depende de nuestra voluntad, nuestra capacidad económica y de lo que realmente valoremos unos tomates de calidad.
a) Cultiva tus propios tomates en casa, o contrata un Huerto
Para mí, la mejor opción es la de cultivar los tomates uno mismo. Nada da más satisfacción que ver como va creciendo la planta, como de pronto tenemos flores amarillas que posteriormente se convierten en pequeños tomates que crecen en la mata hasta el momento de su maduración.
Si tenéis una terraza, podéis hacerlo sin dificultad, incluso podéis hacerlo en un huerto de interior, para lo que os vendrá muy bien leer los consejos de este libro del que os hablé hace unos meses.
Si no tienes tiempo o espacio para cultivar personalmente tu propio huerto, puedes contratar un huerto. Existen varias empresas que te ofrecen la posibilidad de contratar un espacio que sera tu parcela o tu huerto. En ese espacio será donde plantarán tus cultivos, los cuidarán y te los enviarán cuando estén en su punto.
b) Compra los tomates a productores con cultivos bío o ecológicos
Si no puedes hacer compra local de productos de calidad, existen numerosas tiendas que venden los productos de las variedades más sabrosas. No ahorres con los tomates. Si te has dado el gusto de esperar y solamente los comes en temporada, aprovecha la ocasión y compra solo los mejores tomates. No te equivoques con los más bonitos, los de formas regulares ya que los tomates tienen todo tipo de formas, con bultos, cicatrices e irregularidades.
Puedes dirigirte a tiendas especializadas que podrán proveerte de las mejores variedades y aconsejarte. Ve al mercado de abastos o a la frutería tradicional de confianza y anímate a adquirirlos directamente de sus productores en cooperativas a través de sus tiendas on line. Así podrás adquirir los mejores tomates, solo en temporada, de la zona y procedencia que más te gusten.
Para terminar, os recuerdo las palabras que decían el cocinero Rodrigo de la Calle y el productor de Huerta de Carabaña al hablar de los tomates industriales ya que me hicieron pensar y reflexionar. Permitidme que las escriba de nuevo.
Cuando un productor de tomate lleva una bata blanca y una mascarilla en lugar de las huellas de la tierra y los callos en las manos, no estamos ante un tomate, estamos ante otro tipo de producto.
Ahora ya sabéis cómo conseguir tomates que sepan a tomate, un producto imprescindible, un ingrediente único y delicioso. El único secreto para obtenerlo es un cultivo artesano y tradicional, sin añadir aditivos ni fertilizantes, sin más que tierra, agua y sudor. Sólo hace falta esperar a comprarlos cuando estén en temporada, elegir productos locales y de ser posible, de productores conocidos y tradicionales, o mejor aún, cultivar los propios tomates en casa, en un pequeño huerto urbano.
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