La berenjena es una verdura que disfrutan los vegetarianos y carnívoros por igual en todo el mundo, desde el Mediterráneo, África, América Latina y Centroamérica hasta América del Norte, el Caribe y en toda Europa y Asia. Sea para hacer lasaña o caponata, la berenjena es exquisita.
Como crece en una variedad de formas, tamaños y colores, y está disponible casi todo el año en los mercados y supermercados, presentamos a continuación unos consejos para mantener frescas las berenjenas durante más tiempo.
1. Almacenar la berenjena en un espacio con temperatura controlada
Puedes almacenar las berenjenas enteras a temperatura ambiente en una bolsa de papel. No es necesario cerrar bien la bolsa ya que las berenjenas requieren un flujo de aire para mantenerse frescas. Eso si, es importante mantener la berenjena fuera de la luz solar directa y en una habitación templada a fría, así permanecerá fresca durante cuatro días.
2. Guardar la berenjena en la nevera
Puedes guardar las berenjenas en el cajón de las verduras durante un día de hasta una semana. Para esto, envolver suavemente la berenjena en servilletas de papel para proteger de la humedad y luego almacenar en una bolsa de plástico sin sellar. La circulación adecuada del aire y la separación con los otros ingredientes mantendrá durante más tiempo la verdura firme y vibrante. De estar cocida o asada, colocar las porciones en un recipiente hermético en el estante intermedio de la nevera. Las sobras se conservarán hasta cinco días aproximadamente antes de recalentar y servir.
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3. Guardar la berenjena en el congelador
La berenjena congelada sin dudas durará más tiempo. Para esto, es importante lavar la berenjena suavemente con agua fría, retirar la piel con un pelador de verduras y cortar en cubos. Luego, hervir una olla con agua y añadir unas gotas de zumo de limón, para ayudar a que la berenjena conserve su color. Sumergir completamente las berenjenas en el agua hirviendo y hervir durante tres a cuatro minutos, para blanquear las porciones. Retirar del agua caliente y enfriar inmediatamente en agua helada. Tomar cada unidad y secar con un paño de cocina o repasador de tela para no tener restos de humedad. Finalmente, guardar en una bolsa de congelador con cierre hermético y escribir la fecha en la etiqueta a modo de recordatorio para el futuro. De esta manera, las berenjenas blanqueadas y congeladas se mantendrán de seis a nueves meses.
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