El apio está entre una hortaliza, una aromática y una planta medicinal, puesto que es todo ello a la vez. Como hortaliza forma parte de guisos, ensaladas, tortillas y potajes. Como planta aromática es indispensable para elaborar la sal de hierbas, entre otras cosas y, como planta medicinal se usa tanto en infusiones como en decocciones, por sus propiedades antirreumáticas, carminativas, aperitivas, digestivas, diuréticas, remineralizantes, tónicas e incluso afrodisíacas.
Y de todo esto podemos beneficiarnos si lo cultivamos en casa. En el caso del apio es de muy fácil cultivo. Podemos adquirir la planta ya crecida en un vivero o floristería, o sembrarla en una maceta a partir de semillas que podemos adquirir en herbolarios. Luego luz natural y abundante agua, serán suficientes para tener apio todo el año.
Vamos a necesitar
Una maceta de apio o un puñado de semillas de este, un tiesto, tierra y un tarro de cristal para conservar las hojas secas.
Los cuidados y cosecha del apio
Cada planta tiene un tratamiento diferente. En el caso del apio, podemos, a partir de una primera maceta que adquiramos en un vivero, tener apio, casi, de por vida. Es una planta anual, esto es, solo dura un año, una temporada. Crece, se desarrolla, florece (o sea da semillas) y muere. Solo hemos de cosechar dichas semillas cuando nuestro apio se espigue y se seque en verano, y sembrarlas, para volver a tener apio la siguiente temporada.
Una vez nuestro apio brote, le cortaremos hojas para el consumo diario. En caso de no comer tanto apio o de preferirlo seco, para sal u otros aliños, cortaremos tallos, poco a poco, uno al día, por ejemplo, y lo iremos secando colgado, hojas abajo, en un lugar oscuro. Con 6-7 días será suficiente. Entonces lo meteremos en frascos de cristal y lo cerraremos. Para guardarlo en un lugar oscuro.
Tiempo de cosecha| Todo el año excepto el centro del verano Tiempo de secado |6-7 días Periodo de caducidad | Una vez en botes 1 año Dificultad | Media
La utilización
El apio forma parte como hortaliza, de ensaladas, pistos, cocidos, boloñesas y sopas. Ingrediente imprescindible del famoso Ratatouille , o de la no menos afamada ensalada césar y un buen toque para el cocido de garbanzos. Indispensable en la preparación de sal de yerbas. Como tónico digestivo junto a otras plantas, en infusiones. Y sobre todo, en crudo, bien utilizado en ensaladas, en bocadillos como se utiliza la lechuga, acompañando a quesos, tanto con las tostadas, en aperitivos o como plato único, acompañado con diferentes quesos cremosos.
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