Alguna vez hemos necesitado un poco de apio para elaborar un guiso y nos hemos dado cuenta de que no teníamos, ya nos había pasado alguna que otra vez hasta que llegó a nuestras manos la manera de elaborar conservas de apio, con una durabilidad de tres meses.
Simplemente prepara un kilo de apio y retírale los filamentos y las hojas, seguidamente corta los tallos en unos 5 o 6 centímetros de largo. Prepara una mezcla con ½ litro de agua, ½ litro de vino blanco seco, ½ litro de vinagre blanco, 2 dientes de ajo, una hoja de laurel, 6 clavos de especia, un poco de sal y una cucharadita de pimienta. Todo este preparado, llévalo a ebullición.
Introduce entonces el apio durante tres minutos y pasado este tiempo, apaga el fuego y deja enfriar. Dispón la olla en un lugar que no moleste ya que tendrá que reposar durante 24 horas a temperatura ambiente. Pasado este tiempo, escurre y deja secar los trozos de apio sobre un paño.
Ahora introduce en un tarro de cristal los tallos de apio y añade dos o tres hojas de laurel, un poco de pimienta en bolitas y los clavos del líquido de la cocción. Ahora rellena el tarro con aceite, aprieta un poco los tallos de apio para que se termine de expulsar el aire y tápalo. Cuece el tarro al baño maría durante ½ hora, déjalo enfriar y guárdalo durante 20 días.
No debes empezar a consumirlos hasta pasado este tiempo, entones dispondrás de un riquísimo apio siempre que te haga falta. Este sistema es muy recomendable en una casa de montaña por ejemplo, ya que las tiendas no están a la vuelta de la esquina, aunque no viene mal tener un tarro en tu casa por si es un día festivo y lo necesitas para elaborar una determinada comida.