En España, por motivos obvios, el coco es una fruta que consumimos fresca en ocasiones muy puntuales y rara vez nos atrevemos a comprarlo de una pieza. Su duro y hermético caparazón puede intimidar a los novatos, pero lo cierto es que no es nada difícil abrir un coco teniendo en cuenta algunas pautas sencillas para hacerlo de forma segura. Lo más trabajoso viene a la hora de sacar la pulpa, y también tiene su truco.
Los cocos que podemos comprar en un supermercado o frutería especializada en frutas tropicales vienen ya liberados de su primera piel, pues, como cualquier jugador de Animal Crossing sabrá bien, se cogen de los cocoteros protegidos por una piel exterior verde, el exocarpio, bajo la cual aparece una gruesa capa de fibra o mesocarpio, la cual se puede aprovechar como material con distintos usos. El fruto en sí para su venta se distribuye con la característica cáscara marrón oscuro, el endocarpio, y esa es la parte que nos interesa retirar en casa.
Habitualmente un coco se abre y se pela pacientemente con una cuchara o con un cuchillo de cocina corriente, tipo puntilla o pelador, una tarea tediosa que implica invertir más tiempo del que nos gustaría, que además suele dejar un bonito rastro de suciedad y manchas. Por suerte, hay otro método muchísimo más fácil.
Así se pela un coco maduro fácilmente
Lo primero que hay que hacer es perforar dos de los tres 'ojos' del coco con ayuda de un destornillador y un martillo, para sacar el agua y dejarlo vacío; ni se te ocurra desperdiciar el agua de coco; guárdala en la nevera para tomar un refresco natural buenísimo.
A continuación hay que abrirlo; puedes situar el coco sobre un paño viejo de cocina en la encimera, para que sea más seguro, y sencillamente golpearlo con firmeza, pero sin pasarte de fuerza, en todo su diámetro transversal, con el martillo o usando el dorso de un cuchillo de carnicero o maza de hoja grande y firme. La cáscara empezará a agrietarse y terminará por separarse en dos sin problemas.
Si el coco está lo suficientemente maduro solo tienes que cocerlo al vapor durante cinco minutos, contando cuando el agua esté hirviendo con alegría, cortado en piezas grandes o en dos mitades. Otra opción es usar el microondas e incluso el horno, a 175ºC, durante unos 15-20 minutos.
Cuando puedas manejarlo sin quemarte, introduce entre la pulpa y la cáscara una cuchara o la punta de un cuchillo y comprueba si se separan con facilidad. En los ejemplares más maduros puede salir incluso la pulpa completamente limpia, como por arte de magia, gracias al efecto del vapor entre ambas partes -como cuando pelamos una patata o tomate tras escaldarlos en agua hirviendo-.
Si aún queda una fina capa de piel parda adherida a la pulpa solo tienes que retirarla con un pelaverduras de los manuales con forma de Y. Fácil y rápido.
Siempre sale mucho más barato comprar un coco entero sin abrir que las típicas porciones pequeñas ya peladas envasadas en recipientes plástico refrigerado.
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