Las redes están llenas de trucos y métodos para conservar los plátanos sin que se pongan negros. Los hay para todos los gustos: colgados de un gancho; en un lugar oscuro; en la nevera; jamás en la nevera; separados; siempre juntos en racimo; en una bolsa de papel; en una bolsa de plástico hermética; envolviendo el extremo en plástico; cortando el extremo. Pero ¿cuál es el definitivo?
Sentimos decirte que no existe el truco mágico infalible para que tus plátanos aguanten perfectamente sin ponerse pochos mágicamente durante varios días. Si así fuera, no habría debates ni saldrían cada dos por tres nuevos gurús pretendiendo descubrir América. Los plátanos, como todas las frutas climatéricas, siguen madurando después de la recolección, y la maduración se acelera cuanto más calor hace. No hay más misterios.
Claro que puedes probar algunos de estos sistemas para tratar de alargar la conservación, pero la triste realidad es que no lograrás resultados tan maravillosos como se promete. Además, aunque retrasaras un poco la maduración, ese resultado podría cambiar simplemente por haber comprado plátanos de otro productor o de otro distribuidor, o porque ha cambiado la temperatura de tu cocina, o porque ha variado la humedad ambiente, o simplemente porque nunca compramos los plátanos en el mismo punto exacto.
La naturaleza es la que es, por mucho que nos empeñemos en controlarla. Y de ese control ya se ocupan los propios profesionales del sector, que son los encargados de que sus plátanos nos lleguen en el mejor estado posible a casa. Su negocio depende de ello, por lo que tiene lógica. Si conocieran un método mágico para que los consumidores guardáramos sus plátanos en casa nos lo dirían.
La mejor forma de conservar los plátanos según sus mayores expertos
En Plátanos Ruiz, empresa familiar que lleva desde 1964 trabajando en la distribución de plátanos de Canarias, y que se ha especializado en la maduración de esta fruta de origen tropical, conocen al detalle toda la ciencia que hay detrás del proceso.
El reto que plantea el plátano es conseguir que llegue al consumidor en su punto óptimo de consumo, y para eso hay que recolectarlo verde o llegaría muy pasado al punto de venta, donde además debe ser capaz de aguantar como mínimo un día. Y mucha gente no los compra para consumir al momento, otra dificultad añadida.
El plátano se vende para ser consumido cuanto antes
En Plátanos Ruiz reciben los plátanos en su planta de maduración tras un transporte en camiones frigoríficos, procurando que sufran los mínimos cambios de temperatura. Y en esas cámaras, según el estado de la fruta, la época del año, y el tiempo que va a pasar hasta que sean distribuidos, se someten a la maduración controlada por los especialistas. La clave está en la combinación correcta de etileno, temperatura y tiempo. Y según las necesidades del cliente, los plátanos se distribuyen para ser vendidos y consumidos en muy pocos días.
Es decir, ya nos llegan a nosotros en su punto para que los comamos cuanto antes. Nos pueden gustar más verdes y duros o más blanditos y dulces, pero en el momento de la compra el plátano tiene activada su cuenta atrás y es inútil pretender que vayan a aguantar mucho más en casa. Lo máximo que podemos hacer es retrasar un poco esa maduración guardándolos en la nevera si hace mucho calor.
Desde una de las mayores compañías internacionales especializadas en el comercio de plátanos y bananas, Chiquita, coinciden en los consejos generales para el consumidor: hay que guardarlos en un lugar fresco, seco y oscuro, lejos de otras frutas o verduras y dejando que respiren. El truco de envolver el extremo con plástico puede ralentizar la expulsión de etileno, pero no siempre sirve de algo. Y cuando ya están en su punto deseado, a la nevera. Repiten estos consejos en Dole.
Por tanto, no te obsesiones con los trucos virales, solo aplica la lógica. Compra plátanos nacionales que estén en buen estado, procurando no llevarte muchos si no los vas a consumir pronto, y procura organizar la compra para adquirirlos con vistas a corto plazo, no para almacenarlos un tiempo difuso. Si hace calor, como en verano, y hay una alta humedad en tu zona, ten en cuenta que se pasarán antes, así que mejor recurrir cuanto antes a la nevera.
Siempre tienes la opción de congelarlos si ya los ves algo pasados de punto, y puedes usar los plátanos demasiado maduros en muchas recetas de aprovechamiento.
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