Que no se hizo la miel para la boca del asno es algo evidente. Tampoco, quizá, los mejillones en escabeche para el paladar del estadounidense. O no al menos para la amiga de una tiktoker gallega que probaba por vez primera esta conserva, considerada un manjar para buena parte de los españoles, y todo un icono de la cocina gallega.
Sin embargo, parece que a Emma –que así se llama la estadounidense en cuestión– no le hizo demasiada gracia "el sabor a océano" de los mejillones en escabeche aunque su interlocutora española asegurase "amarlos".
No es fácil. El marisco, aunque pueda parecer lo contrario, no gusta a todo el mundo y también es cierto que pocos países tienen una cultura tan arraigada en torno a amar –además de valorar y pagar– por el marisco o por las conservas como la española.
Sin embargo, ni la insistencia de su amiga sirvió para que Emma, oriunda del estado de Georgia, transigiera y diera un voto de confianza a los mejillones en escabeche que le presentaron en la mesa.
Con una mueca de desagrado y con un primer gesto de poco gusto hacia el aspecto del mejillón, Emma probó una de las piezas, siendo la cámara la testigo de la repulsa que este molusco bivalvo le originó.
Además, el reto no se quedó ahí, pues su amiga también instó a la inocente Emma a que se mojara y puntúase cuánto le habían gustado los mejillones. La respuesta, que a cualquier español amante de las conservas parecería casi una ofensa, no se hizo esperar: "les doy un tres sobre diez".
Un clarísimo suspenso para los mejillones en escabeche, una de las conservas más reputadas de la cocina gallega, que tendrán que esperar a una segunda oportunidad para ver si Emma acaba amándolos o repudiándolos para siempre.
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