Las patatas asadas, ya sean enteras o en láminas, son una de las guarniciones más populares del mundo, y no es para menos. Además de ser deliciosas, nos permiten disfrutar de este tubérculo de una manera más saludable, huyendo de la grasa extra que aportan las patatas fritas.
Y aunque es cierto que las patatas asadas son capaces de soportar prácticamente cualquier tipo de aderezo, especialmente las hierbas aromáticas, hay un ingrediente secreto que las lleva a otro nivel: la pasta de limones en conserva.
Este condimento, típico de la cocina marroquí, lleva años abriéndose paso en otras gastronomías, y con razón. El contrapunto que ofrece a las patatas asadas es simplemente brutal.
La combinación de la suavidad y el almidón de la patata con el toque ácido, salado y ligeramente amargo de los limones en conserva crea una explosión de sabores en el paladar que te hará preguntarte cómo has podido vivir tanto tiempo sin probarla.
Pero, ¿qué son exactamente los limones en conserva y cómo podemos usarlos para elevar nuestras patatas asadas a la categoría de manjar? Los limones en conserva son, como su nombre indica, limones que han sido conservados en sal y su propio jugo durante varias semanas o incluso meses.
Este proceso de fermentación suaviza la piel del limón y concentra sus sabores, creando un ingrediente versátil y potente que puede transformar cualquier plato. Además, con esta receta vamos un paso más allá: pasta de limones en conserva.
El proceso de preparar estos limones es complejo, así que no pretendemos que lo hagas en casa, pues hay opciones fáciles de encontrar, tanto en tiendas especializadas como online, de comprar limones en conserva. En España aún no he visto la pasta de limones en conserva, pero sí en Estados Unidos, de donde me traje un tarro.
Aquí nos valdrá para que cojamos un bote con los limones en conserva y los trituremos. Simplemente, mete en el vaso de la batidora uno de ellos y añade un chorrito de aceite. Te recomiendo que uses girasol o un aceite de oliva con poco sabor para que no nos 'carguemos' la esencia de los limones en conserva.
La textura no debe ser líquida ni acuosa, sino más bien espesa, un punto parecido al que buscaríamos con una mayonesa. Cuando tenga esa textura tu 'pasta', podrás utilizarla con las patatas asadas.
Esparce las patatas laminadas en una bandeja de horno, asegurándote de que estén en una sola capa para que se doren correctamente. Hornea durante unos 30-40 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción, hasta que estén doradas y crujientes por fuera y tiernas por dentro.
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Una vez fuera, puedes añadir tu pasta de limón en conserva al gusto, pudiendo tunearla con mostaza, ajo picado, sal, pimienta o hierbas aromáticas, incluso usando polvo de curry.
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