El plátano macho es una variedad de plátano que se diferencia del plátano tradicional de Canarias que conocemos, por su tamaño y su composición. Con un color verde muy intenso y un peso que puede llegar hasta el cuarto de kilo, posee una pulpa muy blanca.
Este fruto tiene una piel más gruesa y su pulpa es más almidonada, por lo que se suele consumir cocido en lugar de crudo. La textura de su pulpa es muy harinosa y su sabor, dista mucho de lo que conocemos habitualmente al ser menos dulce.
El plátano macho se cultiva en regiones tropicales y subtropicales de América Latina, África, Asia y el Caribe, generalmente a altitudes bajas, entre 0 y 800 metros sobre el nivel del mar. Requiere de un clima cálido y húmedo con temperaturas que oscilen entre los 20°C y 30°C. Además, necesita suelos fértiles y bien drenados para crecer de manera óptima.
El tiempo de cosecha del plátano macho varía dependiendo de las condiciones específicas de cultivo, pero por lo general puede tomar alrededor de 9 a 12 meses desde la siembra hasta la cosecha. Durante este tiempo, la planta requiere cuidados como riego adecuado, control de plagas y enfermedades, y un adecuado agregado de fertilizantes y/o nutrientes para un buen desarrollo.
Una vez que los frutos alcanzan el punto de madurez, se cortan las pencas (o racimos de plátanos) y se procede a la cosecha. Los frutos pueden ser consumidos directamente o procesados para su comercialización.
Dada su versatilidad en la cocina, este fruto ha extendido su popularidad por todo el mundo. Y hoy en día, es un ingrediente muy apreciado en muchas culturas culinarias.
Estas son solo algunas de las muchas formas en que se puede disfrutar el plátano macho.
Tostones o patacones: Se corta el plátano macho en rodajas gruesas que se fríen, se aplastan y se vuelven a freír hasta que estén crujientes. Se sirven como acompañamiento o aperitivo con alguna salsa, pesto o guacamole.
Maduro: Se cocina el plátano macho maduro en agua hasta que esté suave, se pela y se come como acompañamiento de una proteína.
Frito: Se corta el plátano macho en rodajas y se fríe hasta que esté dorado y crujiente para comer en modo de snack.
Mofongo: Popular en la cocina caribeña, este plato típico de Puerto Rico tiene como ingrediente estrella el plátano. Este se machaca con ajo y chicharrón para crear un plato conocido como mofongo. Puede usarse para acompañar otras comidas o bien como plato único.
En España, es posible encontrar plátano macho en algunos supermercados grandes, tiendas de productos tropicales o bien mercados especializados en productos internacionales o latinoamericanos. Como también, en aquellas fruterías que ofrecen una variedad más amplia de frutas exóticas.
Propiedades y beneficios
El plátano macho es una excelente fuente de nutrientes y proporciona una serie de beneficios nutricionales. En tanto su composición nutricional por cada 100 gramos de porción comestible, aporta:
- Calorías: 94 kcal
- Hidratos de carbono: 20 gramos
- Fibra dietética: 3.4 gramos
- Proteínas: 1.2 gramos
- Grasas: 0.5 gramos
- Vitamina C: 10 gramos
- Vitamina A: 18 gramos
- Potasio: 350 mg
- Vitamina B6: 0.51 gramos
Estos valores pueden variar ligeramente dependiendo del grado de madurez del plátano macho. En general, el plátano macho es una buena fuente de carbohidratos, fibra, vitaminas y minerales, lo que lo convierte en un alimento nutritivo y beneficioso para la salud.
Su alto contenido de fibra contribuye a la salud digestiva del organismo. Por su aporte de potasio, el consumo del plátano macho ayuda a la función muscular y cardiovascular. Dado el contenido de vitamina C y vitamina A, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y a mantener la salud de la piel y la visión. Su consumo es sinónimo de energía y ayuda a prevenir los calambres musculares.
Dos recetas para lucirse con el plátano macho
Si se come en crudo, te darás cuenta que la textura de la pulpa es muy harinosa y su sabor, dista mucho de lo que conocemos como plátano dulce. Por esto, no es preferible consumirlo crudo por su alto contenido en almidón. Para disfrutar de este plátano, lo mejor es cocinarlo. Sea guisado, hervido o frito como en las recetas que presentamos a continuación. También puedes probar la harina que se obtiene de este plátano y con la cual, en muchos países se elaboran panificados.
Chips de plátano frito o chifles
La única dificultad de esta receta, si es que podemos clasificarla como tal, reside en cortar los plátanos en láminas lo suficientemente estrechas para que queden crujientes, pero no tanto como para que pierdan todo su sabor. Para ello, lo ideal es lograr láminas uniformes de entre uno y dos milímetros. Los chifles se pueden hacer cortando el plátano de forma transversal o longitudinal. Nosotros preferimos cortarlos de forma longitudinal, que es algo más complicado, pero permite obtener chips alargados, ideales para mojar en salsas.
Para ello lo primero que debemos hacer es pelar el plátano. Después, lo partimos por la mitad. Y ahora, con ayuda de una mandolina o un cuchillo afilado, cortamos láminas transversales, procurando que tengan el mismo grosor, lo que permitirán que se frían de forma uniforme.
Una vez listas, calentamos abundante aceite vegetal en una sartén (podemos usar oliva o girasol a nuestro gusto) y, cuando esté bien caliente, a entre 180 y 200º C, freímos las láminas de plato por tandas. Les vamos dando la vuelta a mitad de la cocción y, con ayuda de una espumadera, retiramos cuando adquieran un tono dorado intenso, lo que llevará unos cuatro minutos.
Para que los chips no queden muy grasientos, los depositamos sobre papel de cocina, o, mejor, sobre una rejilla antes de condimentarlos al gusto y servirlos.
Receta completa | Chips de plátano frito o chifles: receta latinoamericana para un aperitivo súper fácil
Patacón o plátano frito con piña
- Ingredientes para 4 personas. 2 plátano macho, 2 rodajas de piña natural, 0.5 guindilla, 0.5 de cebolla morada, 5 ml de zumo de limón, perejil fresco o cilantro, sal gruesa, aceite de oliva virgen extra o girasol para freír
- Elaboración. Pelar los plátanos. Retirar los extremos y realizar un corte longitudinal largo en la corteza sin llegar a perforar la carne. Cortar en rodajas de unos 3 cm. Calentar abundante aceite en un cazo, sartén profunda o en una freidora, y freír los plátanos por turnos, para no sobrecargar demasiado el espacio. Retirar cuando empiecen a estar dorados y dejar escurrir sobre papel de cocina. Envolver en una hoja de papel cada porción y aplastar con un martillo o un rodillo. Volver a freír hasta que estén dorados y crujientes al gusto. Dejar escurrir sobre papel de cocina y añadir sal gruesa. Para acompañar pelar dos rodajas de piña, cortar en piezas pequeñas y mezclar con cebolla roja picada, un poco de pasta de guindilla, zumo de limón y perejil picado. Salpimentar al gusto.
Receta completa | Patacón o plátano frito con piña: receta de recuerdos colombianos
Imagen | Foto 1: CHUTTERSNAP, Foto 2: Chris Ralston, Foto 3: Victor Kwashie
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