El verano a la hora de hablar de pescados es una de las épocas predilectas para comprar pescados sabrosos y a buen precio. La veda se abre con el atún rojo, aún en primavera, aunque siempre es un producto caro.
Sin embargo, poco después aparecen las sardinas y los boquerones (o bocartes o anchoas, según la zona) y un tiempo después hacen acto de presencia el jurel y el bonito del norte, al que no debemos confundir con el atún.
No obstante, es posible que en este 2023 estés echando de menos cuando vas a la pescadería a un pescado que nos es muy familiar, que tiene siempre un buen precio y que es una forma barata de consumir pescado.
Pero no en 2023, aunque cuando lo encuentras sigue siendo un pescado barato que apenas pasa de los cinco euros el kilo. Aun así, encontrarlo este verano, a pesar de que su temporada de pesca va de junio a octubre está siendo un auténtico suplicio.
Hablamos del chicharro, que obedece al nombre científico de Trachurus trachurus, que también se conoce como chicharro común o jurel y que no debería confundirse con el jurel blanco (Trachurus mediterraneus) y mucho menos con la caballa (Scomber scombrus), pues todos son de la familia de los escómbridos y, más concretamente, pertenecen a la subfamilia Scombrinae.
Por este motivo, conocer los nombres científicos nos puede venir bien para que no nos hagamos un lío cuando hablamos de jurel, de chicharro, de verdel, de xarda o de caballa. En este caso, como indicamos, lo que seguramente te esté encontrando ver en las pescaderías y mercados sea a lo que nos referimos como chicharro (más habitual esta denominación en los puertos del Cantábrico) y jurel, si prestamos atención a los puertos del Mediterráneo y del Atlántico andaluz.
El chicharro, en peligro en sus caladeros
Independientemente del nombre y del puerto, lo más probable es que no lo estés encontrando y esto tiene un motivo de peso: la cuota que concedió la Unión Europea para pescar chicharro en 2023 es tan sólo del 4% respecto a la cuota que se permitió para 2022, lo que significa 3.271 toneladas para toda la flota española.
Una cifra pírrica si se tiene en cuenta que en 2022 se permitió pescar alrededor de 59.000 toneladas y que en 2021 también se tenía cuota para pescar 56.000 toneladas, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente.
¿La razón detrás de estas apenas 4.000 toneladas? Las malas condiciones del stock del Trachurus trachurus en todos los caladeros de la península ibérica, pero también para el resto del Atlántico norte y del Mar del Norte, debido a la poca presencia de la especie que, según el Consejo Internacional para la Exploración del Mar —quien se encarga de 'contabilizar' y comprobar la salud de las especies marinas— había.
De esta manera, la sugerencias de este Consejo había sido que en 2023 no se pudiera pescar absolutamente nada de chicharro en el Atlántico norte, abogando por un total admisible de captura (TAC en sus siglas en inglés) de cero.
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Así que si este año veis menos chicharro, lo veis caro o veis que aparece y desaparece de vuestras pescaderías durante días o semanas podéis tener claro que se debe a que el stock de la especie es inusualmente bajo y peligroso.
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