Por mucho que defendamos siempre tener una buena despensa de legumbres secas, apostando por producto nacional de temporada, tenemos que admitir que las conservas nos sacan de más de un apuro. Los nutricionistas las recomiendan cocidas al natural en conserva, como las lentejas, pero puede que ocasionalmente nos encontremos con una desagradable sorpresa al abrir el bote.
Desagradable solo en apariencia, pues a veces la vista engaña y no podemos guiarnos solo por el aspecto visual que tenga un alimento a la hora de desecharlo o elegirlo. El olfato suele ser más fiable; si algo huele mal o a podrido, no suele ser buena señal. En el caso que nos ocupa hoy son los ojos pueden hacernos desperdiciar unas pobres lentejas.
Sabemos que un bote de vidrio de conserva tiene que estar cerrado herméticamente, con el tapón hundido hacia dentro, para que al abrirlo haga el típico "pop" que nos asegura que no se ha comprometido el interior durante el envasado y la conservación. Así evitamos problemas sanitarios por posibles intoxicaciones por bacterias, como las que causan el botulismo.
Pero puede que al retirar esa tapa bien cerrada nos encontremos con una capa superior de lentejas o de otra legumbre con un color extraño, distinto al resto del bote, más oscuro y poco agradable. Que nadie corra a tirarlo entero, pues son perfectamente comestibles, y tampoco tendrán un sabor raro.
Así lo ha explicado en sus redes sociales Mario Sánchez, tecnólogo alimentario y divulgador científico, habitual colaborador de Vitónica. El experto nos muestra un bote de lentejas cocidas abierto con una parte superior de color casi negro. "¿Lentejas en mal estado?", pregunta, "¡Pues no!". Y a continuación nos aclara por qué son seguras y qué ha ocurrido.
"Lo que ha sucedido es que el líquido que recubre las legumbres no ha llegado hasta arriba del todo… Se ha vuelto de color negruzco porque el alimento se ha oxidado. Así que se puede consumir sin problemas y no entraña riesgo hacia la salud, solo es un defecto visual."
Añade, además, que en la industria alimentaria se emplea normalmente el aditivo EDTA, una sustancia química también frecuente en otros campos como la medicina, totalmente seguro para el consumo humano, que en las legumbres secuestra los iones metálicos responsables ese cambio de color. Las lentejas se han conservado bien en este caso, pero el líquido de cobertura a veces no cubre todo el envase interior, sin que esto afecte a su seguridad.
De este modo, si alguna vez te encuentras con un caso similar, simplemente asegúrate de que el bote estaba bien cerrado y que el producto está en fecha. El oscurecimiento superior no entraña más problemas que el aspecto algo desagradable, pero cuando mezcles las legumbres y las uses en tus recetas será un detalle casi imperceptible. Nada de desperdiciar alimentos que son perfectamente seguros.
Santa Teresa - Lenteja Pardiña - Categoría EXTRA- 1Kg
Fotos | Freepik - Mario Sánchez
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