Una fácil y económica manera de cambiarle el sabor a un vinagre común, es saborizarlo agregándole hierbas.
Las opciones son muchas, se les puede añadir menta, tomillo, albahaca, eneldo e incluso una combinación de varias hierbas. A mi particularmente me gusta mezclarlo con romero o estragón.
Es importante que las hierbas que se le añaden al vinagre estén secas y mientras más tiempo se deje macerando mejor, lo recomendable serían varios días e incluso semanas para que el sabor de la hierba impregne el vinagre.
Prueben que no se arrepentirán.