Libro de recetas para un verano italiano

Será porque acabo de volver de unas vacaciones en Cerdeña, pero ha sido llegar a casa y acordarme de que tenía este magnífico libro de recetas para un verano italiano sin hacerle demasiado caso en la estantería.

Tal como reza la introducción, en Italia el verano es sinónimo de vacaciones y descanso, de reunirse y sentarse a la mesa con familiares y amigos. La cocina estival italiana es fácil de preparar y saca el máximo partido a una gran variedad de productos de temporada, tanto si se trata de compartir un banquete multitudinario como de disfrutar de un día de excursión.

Recetas para un verano italiano

Muchas de las recetas del libro son originales de los sitios de veraneo típicos del país transalpino. A saber: Sicilia, Cerdeña, Campania, Toscana y las montañas del norte.

La gastronomía siciliana se caracteriza por la presencia de cítricos y la influencia del norte de África, así como por sus famosos helados. En Cerdeña, la comida sarda, como he podido comprobar este verano, es sencilla y refinada, y hace uso de la gran variedad de marisco que proviene de las magníficas costas de la isla, siendo la más autóctona las huevas de mújol curadas, con las que se prepara, entre otras cosas, los deliciosos espagueti a la bottarga.

De Campania tenemos las aceitunas, los tomates y los quesos de cabra, perfectos para el verano, mientras que en la Toscana se consiguen transformar ingredientes sencillos como las alubias, las acelgas o el bacalao en platos deliciosos. Por último, la cocina de montaña se basa en hierbas frescas, setas, manzanas, peras y pescados de río.

Tras una breve introducción y un pequeño calendario de la temporada de fiestas gastronómicas y frutas y hortalizas veraniegas, el libro pasa directamente a la acción, estructurándose en siete grandes secciones: picnics, ensaladas, barbacoas, comidas y cenas ligeras, celebraciones de verano, postres y helados y bebidas.

En cada una de las secciones encontramos una breve introducción antes de empezar con las recetas --380 en total--, todas bien explicadas, con su lista de ingredientes, su tiempo de preparación y su paso a paso. Quizás la única pega es que no todas vienen acompañadas de una foto, pero las que hay son realmente bonitas.

También cabe destacar el gusto con el que está maquetado el libro, las tipografías y colores escogidos, la calidad del papel y las tapas, la belleza de las fotos, no sólo de las recetas, sino las que ilustran aquí y allí paisajes típicos de cada región, así como los ingredientes más habituales.

En definitiva, este libro de recetas para un verano italiano es una autentica belleza que no debería faltar en las estanterías de cualquier amante de la cocina italiana, y además a un precio muy ajustado dada su calidad, justo por debajo de los 40 euros.