Puede que la asociación entre microondas y estropajo o esponja no sea la más frecuente de nuestros hogares más allá de la limpieza. Sin embargo, este truco que involucra a estos dos vecinos de encimera es la solución que muchos adeptos a la limpieza necesitan.
Decimos adeptos, pero la realidad es que es extrapolable a todas las personas que alguna vez deban limpiar encimeras, platos o cazuelas y que se percaten de que su esponja o salvauñas empieza a resbalar más de la cuenta.
Eso, o que absorbe muchísima agua y da la sensación de estar empapada y no limpiar nada, lo cual es una mala señal. Generalmente es la prueba de que necesitamos renovar el parque de estropajos, tirando a la basura aquellos maltratados por el uso.
Sin embargo, el microondas, uno de los electrodomésticos más útiles de la casa, podría echarnos una mano para alargar la vida útil de los estropajos. Ya sabemos que es perfecto para calentar todo tipo de bebidas o alimentos, además de para cocinar, pero también puede venirnos de maravilla para tener una casa un poco más limpia.
El funcionamiento del microondas es, aparentemente sencillo, ya que calienta a través de sus ondas lo que introduzcamos. Aquí es donde empieza la participación de bayetas y esponjas, estropajos y salvauñas.
Muy sufridos, pues tanto por la humedad como por el contacto con suciedad, este tipo de productos suelen convertirse en focos de bacterias de primera orden, a pesar de que su tarea en la cocina es dejar todo impoluto.
La cuestión es que con el microondas podríamos estirar la vida útil de este tipo de estropajos que, en circunstancias normales, tampoco deberían estar en nuestra casa más de una o dos semanas.
Para ello, podemos 'esterilizar' los estropajos en el microondas, valiéndonos de esa temperatura y de una pizca de humedad que tenga el estropajo. Basta con que comprobemos que no hay ningún elemento metálico en él (por eso los estropajos de aluminios, las clásicas nanas, no pueden ser partícipes de esto).
Después, mojamos la esponja o estropajo y la metemos dentro de un bol con un poco de agua dentro del microondas. Es fundamental que esté húmeda, pues si está seca podría arder. Además, es el agua el elemento que va a hacer que esas bacterias acaben 'muriendo'.
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Basta con que coloquemos el estropajo dentro de ese bol y programemos el microondas un par de minutos para exterminar a estas bacterias y volver a tener, al menos, una esponja desinfectada.
Otro cantar es que esté además rota o que el estropajo no esté en su mejor momento, lo cual no será útil para lavar platos, pero al menos podemos tener la certeza de haber llevado a cabo una cierta labor bactericida, matando a muchas de ellas, pero insistimos en que no mueren todas, así que no se trata de una esterilización completa, según este estudio.
Imágenes | iStock Christopher Stokey
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