Para ponernos en situación, lo primero que habría que hacer es hablar de qué es la fibra exactamente. La fibra alimentaria o dietética es un componente de los alimentos de origen vegetal --como los cereales, las verduras, las frutas y las legumbres-- que tiene propiedades beneficiosas para nuestro organismo. Se trata de un componente muy importante que nos ayuda a llevar una alimentación variada y equilibrada.
La diferencia fundamental de la fibra con respecto a otros nutrientes que ingerimos es que la fibra no es digerida, por lo que tras su paso por nuestro sistema digestivo es eliminada, ayudando a nuestro organismo a deshacerse de lo que no necesita. Dependiendo del tipo de dieta, los alimentos tardan entre 1,5 y tres días aproximadamente en recorrer la longitud completa del tracto digestivo.
La fibra ayuda a que los alimentos sigan su recorrido por el sistema digestivo, pudiendo ser eliminados más fácilmente. Así es que un mayor consumo de fibra, particularmente insoluble, como el salvado de trigo contribuye a reducir el tiempo de permanencia de los alimentos en el sistema digestivo.
Existen dos tipos de fibra que analizaremos a continuación: insoluble y soluble.
Clases de fibra
Podemos encontrar dos clases de fibra alimentaria: la soluble y la insoluble. La primera, la soluble, es la que encontramos en legumbres, frutas, verduras, frutos secos y cereales. La segunda, la insoluble, la encontramos especialmente en el salvado de trigo. Hoy nos centraremos en la fibra de salvado de trigo y en sus beneficios. Para poder tener una visión general de este componente deberemos saber primero qué es exactamente.
El salvado de trigo, también llamado cáscara del cereal, se obtiene de la molienda de los granos del cereal. En concreto es la capa exterior que recubre el grano de trigo (como podemos ver en el dibujo). Esta capa contiene la mayor parte de la fibra y es considerada una de las fuentes de fibra de cereal más concentrada. No sólo tiene un alto contenido en fibra, sino que también contiene proteínas, almidón, vitaminas (B1, B2, B3, B6, ácido fólico, vitamina E), minerales (hierro, magnesio, zinc, calcio) y antioxidantes (polifenoles).
El salvado de trigo, que se emplea para enriquecer productos, lo podemos encontrar en toda la gama All-Bran®. Es una fuente importante de fibra insoluble que ayuda a la regularidad digestiva. Con la definición de este componente ya clara, es hora de conocer cuál es su papel dentro de nuestro organismo.
¿Cómo actúa la fibra de salvado?
La fibra del salvado de trigo pasa a través de nuestro cuerpo sin ser absorbida, por lo que llega al intestino grueso de manera intacta. Allí, es capaz de retener el agua, aumentando su volumen, lo que hace que el resto de los alimentos sean eliminados de forma más rápida; es decir, ayuda a acelerar el tránsito intestinal.
Todo esto, unido al consumo de verduras y frutas que siempre recomendamos, es muy beneficioso para nuestro organismo. Se recomienda un consumo diario de unos 10g de fibra de salvado de trigo, para ayudar a la aceleración del tránsito intestinal.
Por supuesto, y como explicábamos anteriormente, para poder contribuir a cuidar nuestra salud digestiva no basta sólo con tomar más fibra, también es conveniente llevar una dieta equilibrada y mantener un estilo de vida saludable, que incluya ejercicio físico y siempre acompañado de una adecuada ingesta de líquidos --es recomendable beber una media de unos 8 vasos de agua al día--.
En resumen, la fibra insoluble como la del salvado de trigo contribuye a limpiar nuestro intestino cuando viaja a través de él, actúa como una escoba, ayudando a eliminar lo que nuestro cuerpo no necesita. Así, ayuda a cuidar tu alimentación y tu salud digestiva, algo de vital importancia. Tan importante es mantener un corazón sano y unos huesos fuertes como tener una buena salud digestiva.
