En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre sí queremos acordarnos, no hace mucho tiempo que nació un dulce delicioso, de hojaldre y crema pastelera, de los que uno no puede dejar de comer. Son los Miguelitos de La Roda.
Se trata de un bocado de hojaldre, relleno de crema pastelera y con azúcar glas por encima que deleitará la hora del café, la merienda o cualquier momento. Porque, una vez que descubrimos lo fácil que es prepararlos en casa, se convertirán en un clásico de nuestro recetario.
De lo más difícil se encarga Buitoni. Su masa de hojaldre hará verdadera magia en el horno al desplegar sus 196 capas de finísima masa, con un resultado crujiente y espectacular. Es, además, una masa muy fácil de manipular y no se rompe.
El relleno es sencillísimo. Podemos preparar una crema pastelera tradicional o darle un punto aún más sofisticado con una crema chantilly, que es igual, solo que aromatizada con vainilla, como veréis en la receta.
Receta de Miguelitos de La Roda
Ingredientes
- 1 masa de hojaldre rectangular Buitoni
- 250 ml de leche entera
- 2 yemas (de huevos L)
- 60 g de azúcar
- 1 vaina de vainilla natural
- 20 g de fécula de maíz
- Azúcar glas
Tiempo de preparación
25 minutos (más una hora para los tiempos de enfriado de la leche, hojaldre y crema)
Tiempo de horneado
10-12 minutos
Dificultad
Fácil
Cómo preparar los Miguelitos de La Roda paso a paso
Infusionamos la leche
Lo primero que vamos a hacer es infusionar la leche con la vainilla para que coja todo el aroma de este producto tan delicado y delicioso. Para ello, abrimos la vaina de vainilla con un cuchillo puntilla a lo largo y raspamos su interior para extraer las semillas.
Ponemos la leche en un cazo junto con las semillas que hemos extraído de la vainilla natural, además de la vaina partida en dos o tres trozos.
Acercamos el cazo al fuego y llevamos a ebullición. En cuanto rompa a hervir, apartamos del fuego y dejamos reposar durante, al menos, 20 minutos para que la leche se vaya enfriando al tiempo que queda infusionada con el sabor y los aromas de la vainilla.
En cuanto pase ese tiempo, retiramos la vaina de vainilla, pero dejamos las semillas.
Preparamos la crema chantilly
Separamos las claras de las yemas. La mejor forma de hacerlo es con las propias manos, bien limpias. Cascamos el huevo y lo echamos sobre la palma de la mano, con un bol debajo, dejando que la clara se escurra entre los dedos. Pasamos dos o tres veces la yema de una mano a otra hasta que toda la clara haya caído.
Reservamos las claras para otra elaboración y ponemos las yemas en otro bol. Añadimos a las yemas el azúcar y la fécula de maíz y batimos bien con la ayuda de unas varillas hasta integrar todo.
Volvemos a calentar la leche hasta que esté a punto de hervir. No es necesario que llegue a romper el hervor. En ese momento, vamos echando la leche a la mezcla de yemas y azúcar, poco a poco, sin dejar de remover.
Removemos la mezcla y no echamos más leche hasta que no esté bien mezclada e integrada la anterior. Cuando ya tengamos la mezcla entera, la pasamos al cazo y volvemos a poner al fuego, muy suave. Removemos constantemente, hasta que la crema vaya espesando.
Dejamos enfriar la crema chantilly en una manga pastelera o en un bol cubierto con film de tal forma que toque la superficie de la crema para evitar que se forme costra.
Hojaldre alto y crujiente
Precalentamos el horno a 200 °C.
Extendemos el hojaldre y lo cortamos en cuadrados de unos 4 cm de lado, más o menos. Los ponemos sobre la bandeja, cubierta con papel de horno (el que envuelve a la masa de hojaldre Buitoni sirve perfectamente), de tal forma que no se toquen entre sí.
Horneamos durante 10 o 12 minutos, hasta que el hojaldre haya subido y esté bien doradito por encima.
Sacamos los cuadrados de hojaldre y los pasamos, con mucho cuidado a una rejilla para dejar que se enfríen.
Rellenamos los Miguelitos
Con la ayuda de un cuchillo de sierra, abrimos cada cuadrado de hojaldre por la mitad.
Rellenamos cada mitad inferior con la crema chantilly y cerramos cuidadosamente con su tapa.
Decorar y degustar
Justo en el momento de servir, espolvoreamos con un poco de azúcar glas nuestros Miguelitos. ¡Y a disfrutar!
Algunas variaciones para estos Miguelitos
Miguelitos de lo más primaveral, con flores
Para sorprender y dejar con la boca abierta a nuestros comensales, ¿qué tal un toque de flores en la crema del relleno de los Miguelitos? Es tan sencillo como añadir una pequeña cantidad de lavanda o pétalos de rosa (por supuesto, de los que se venden para alimentación). Puedes añadir una pizquita más por encima de los miguelitos, junto al azúcar glas, como decoración. Siempre con prudencia, pues aportan mucho aroma.
Para los amantes del coco
O lo amas o lo odias, pero no suele dejar indiferente. Para los amantes del coco, una original idea podría ser añadir un poco de coco rallado a la crema chantilly recién hecha. Y luego echar un poco más por encima.
Un delicioso glaseado de miel
Otra opción de lo más golosa es glasear los Miguelitos con un almíbar de miel en lugar de espolvorearlos con azúcar glas. Es muy sencillo. Solo tenemos que calentar una cucharada de miel y media de agua en un bol en el microondas durante unos segundos, no más de 20 o 30. Mezclamos bien y pintamos la superficie de cada Miguelito con un pincel de cocina.
Trucos y consejos para hacer unos Miguelitos… como los de La Roda
Hojaldre bien frío y sin pinchar, para que suba bien
De la misma forma que en algunas tartas saladas pinchamos la masa de hojaldre Buitoni apara que no suba… aquí lo que nos interesa es lo contrario: que crezca y despliegue sus 196 capas. Para ello, no la pincharemos y, además, la manipularemos lo menos posible. Asimismo, una vez cortada en cuadrados y colocada en la bandeja, la podemos meter en el frigorífico. Si metemos el hojaldre frío en el horno bien caliente, subirá mejor.
Dejar enfriar el hojaldre sobre una rejilla
De la misma forma, una vez que saquemos el hojaldre del horno, lo pasaremos de la bandeja caliente a una rejilla para que se enfríe. Así, respirará y quedará más crujiente.
Con qué acompañar los Miguelitos de La Roda
Con una taza de deliciosa cuerva
Nada mejor que acompañar los Miguelitos de La Roda con una excelente bebida tradicional también típica de Albacete, además de otras provincias cercanas. Su nombre esa cuerva y recuerda a la sangría. La cuerva se elabora con vino, limón, azúcar y alguna fruta de temporada.
Historia y origen de los Miguelitos
Cada rincón de España tiene su dulce tradicional y los Miguelitos lo son, no solo de La Roda o de Albacete, sino de toda La Mancha. Se han convertido en un embajador de la tierra de Don Quijote y un gran exponente de la tradición más dulce española.
Cuenta la historia, corroborada por la Asociación de Productores de Miguelitos de La Roda y Turismo de Castilla-La Mancha, que el pastelero rodense Manuel Blanco López creó un en los años 60 del siglo pasado un dulce hecho con fino hojaldre relleno de crema pastelera en su obrador. Llevaba ya un tiempo vendiendo este dulce, pero no tenía nombre.
Una de las primeras personas a quien dio a probar el dulce nuevo fue un buen amigo suyo, llamado Miguel Ramírez, quien acudía con frecuencia a la pastelería. Tanto le gustó, que pedía uno a diario. Y cuando uno de esos días le preguntó a su amigo si había pensado ya un nombre para el dulce, el pastelero respondió: “Pues mira, como tú, Miguelito”.