Hace unas semanas os hablábamos en Directo al Paladar sobre la recomendación, tras un informe que hacía la FAO, para que el consumo de insectos pudiera llegar a ser una manera de paliar el hambre en el mundo ya que son considerados como fuente importante de proteína, además de ricos en grasas saludables y con un elevado contenido en calcio, hierro y zinc.
Aún siendo dueños de todas estas virtudes, lo cierto es que en nuestra cultura gastronómica los insectos todavía se ven como algo “complicado” de comer por decirlo de alguna manera, y tendrían que cambiar mucho nuestras costumbres alimenticias para que los aceptáramos, a pesar de que en algunos restaurantes de nuestro país ya los están introduciendo como un ingrediente con alto valor gastronómico en sus platos.
Puede ser que poco a poco esto cambie, así en el municipio malagueño de Coín, una nave de casi trescientos metros cuadrados acoge por primera vez en España la única granja dedicada a la cría de insecto para consumo humano y también posteriormente elaborar y procesar harinas destinadas a la producción de piensos para animales.
Aquí se crían saltamontes y grillos para alimentación humana, miles de larvas de moscas soldado y gusanos de la harina para la industria alimentaria de piensos para reptiles, ganado, animales de compañía y peces. Todos ellos con un control de calidad para cada tipo de insecto, y con vistas a ser comercializados en el mes de agosto, principalmente en países como Gran Bretaña, Holanda, Bélgica y Francia para sus restaurantes, así como también para empresas de alimentación dedicadas a elaborar salsas de tomate, galletas, cereales y barritas energéticas.
Estos citados son los únicos cuatro países europeos que cuentan con una reglamentación para que los insectos puedan ser comercializados para consumo humano, ya que paradójicamente en España existe un vacío legal que permite comer los insectos en los restaurantes, que los encargan en otros países, pero no venderlos en un mercado para el consumo.
Es por ello que de momento esta nueva fábrica malagueña apunta en nuestro país solamente al mercado de la alimentación animal elaborando harinas para piensos. Aunque con gran proyección de futuro si la situación legal cambiara, pues la zona donde está enclavada tiene las condiciones ideales para la cría de insectos, que además son alimentados de forma ecológica con harinas, frutas y verduras procedentes de granjas cercanas de estas características.
Además de ecológico, este cultivo de insectos como apunta la responsable de ventas del proyecto Laeticia Giroud, también es sostenible con el medio ambiente, pues para obtener un kilo de proteínas de vaca se necesita 13 de verduras, en tanto que para conseguir la misma cantidad de proteínas de los grillos se precisan solo 1,5 kilos de vegetales.
Puede ser que con el tiempo en un país como el nuestro donde comemos nécoras, caracoles y langostas entre otros bichos, tal vez la idea de hacer delicioso al insecto funcione. Aún recuerdo la primera vez que le ofrecí a una amiga norteamericana una tapa de puntillas de calamares...
Vía | Mr zoomascotas Más información | Insagri Imagen | Lofaesofa | Gregwalters En Directo al Paladar | Un recetario holandés de cocina con insectos En Directo al Paladar | Insectos sustitutos de la carne