Ya conocéis mi debilidad por el arte y el diseño —qué le vamos a hacer, deformación profesional—, y si encima encuentro algo que está relacionado de alguna manera con el mundo de la gastronomía, como esta curiosa comida de ganchillo, me cuesta reprimir las ganas de compartir mi hallazgo con vosotros.
El artista Ed Bing Lee debió pasar muchas horas viendo a su abuela haciendo ganchillo mientras se balanceaba en la mecedora, solo que en vez de aplicar lo que aprendió para hacer jerseys de rombos y patucos para bebés, decidió recrear una gran variedad de preparaciones culinarias, desde una suculenta hamburguesa hasta una porción de tarta de tres chocolates o una magdalena.
Es sorprendente —y digno de elogio— la capacidad que tiene para representar fielmente todas las texturas y colores, hasta el punto de que consigue que sus diseños resulten apetecibles, especialmente la tarta, a la que apetece hincarle el diente aún sabiendo el desagradable tacto que tiene la lana en el paladar.
Os dejo con una pequeña galería para que podáis recrearos en los detalles de estas pequeñas obras de arte. A mi me han parecido realmente apetitosos los dulces, aunque tampoco le haría un feo al perrito caliente con esa mostaza serpenteante.
Vía | Fubiz
En Directo al Paladar | Comida en miniatura de Shay Aaron