Si hay algo que nos encanta a los aficionados a la cocina es subirnos al carro de cualquier festividad para jugar un poco entre ingredientes. Halloween libera como ninguna las locuras de los cocinillas, y cada año vemos ideas más originales, entre divertidas y terroríficas, tanto para dulces como para platos salados. Los ejemplos de esta selección demuestran que la creatividad no tiene límites, aunque algunos de ellos casi traspasan la frontera de lo razonable.
Por la red se pueden ver muchos intentos de platos de Halloween que pretenden recoger el espíritu de la fiesta imitando todo tipo de cosas desagradables, pero aquí nos hemos centrado en ideas diferentes y bien llevadas. Si algunas despiertan repulsión es más por la perfección de sus detalles que por ser puramente desagradables, pero también hay otras propuestas muy creativas que no tienen por qué cerrarnos el estómago.
Cementerio para mojar nachos
Las mezcolanzas de ingredientes indeterminados para hacer salsas espesas de colores extraños son muy socorridas en Halloween. No hay que esforzarse mucho ni ser un artista para obtener el resultado que se busca, algo que recuerde a cualquier cosa desagradable – preferiblemente sustancias corporales o cosas putrefactas -. Pero también se puede hacer algo con más estilo que no sea desagradable, sin perder el factor terrorífico.
En este ejemplo se ha recreado un cementerio muy apañado en una fuente con salsa de tomate pensada para mojar o dipear nachos, galletas saladas o verduras. Está formado por varias capas de diversos ingredientes y se han usado tortillas de tacos para recortar las lápidas de las tumbas y hasta un árbol. Original y apetecible.
Enlace | Chickabug
Pannacotta cerebro
Si inviertes en un buen molde con forma de cerebro tienes todo un mundo de posibilidades culinarias para festejar Halloween. Aunque la verdad es que la consistencia de los dulces gelatinosos, con su típico color y textura, se asemejan quizá demasiado al órgano humano para los paladares más sensibles. Sin embargo, esta pannacotta de cerebro tiene que estar deliciosa.
Se trata de una actualización del típico postre usando nata, leche y vainilla, cuajado con gelatina en el dicho molde. La textura gelatinosa es ideal para recrear los sesos, pero la puesta en escena lo mejora aún más. Una salsa de frutos rojos, potenciada con colorante, y un buen cuchillo debidamente insertado terminan de redondear el escabroso postre.
Enlace | Not quite Nigella
Cupcakes que brillan en la oscuridad
¿Quieres impresionar realmente a tus invitados sin tener que modelar monstruos o preparar recetas desagradables a la vista? Los típicos cupcakes pueden ser la solución. Con el sabor que prefieras y la decoración más o menos trabajada, se puede dejar con la boca abierta a la familia y amigos usando un simple truco: una cobertura que brilla en la oscuridad.
En realidad es muy fácil, ya la idea es que brille bajo una luz negra. Esta iluminación consiste en lámparas que emiten radiación ultravioleta y crean unos efectos muy llamativos al hacer brillar los colores blancos – en realidad, los colores fluorescentes -. Para que tus cupcakes brillen como estos sólo hay que usar agua tónica con quinina y algún colorante claro, mejor con tonos neón.
Enlace | Recipe Snobs
Gelatina corazón sangriento
Hay que reconocer que si buscamos imitar órganos humanos la gelatina es el mejor material para ello. A veces el resultado puede irse un poco de las manos en cuanto a realismo, y este corazón sagriento es un buen ejemplo de ello.
Tenemos una réplica naturalista del aspecto real de un corazón, sin sus arterias y venas, bien empapado en una salsa o sirope rojizo que simula demasiado bien la sangre. Sólo le falta un pequeño mecanismo en el interior que simule los latidos para terminar de dar mal rollo.
Enlae | Emergency Fan
Cupcakes boca de zombie
La temática zombie sigue de moda y sus seguidores están de enhorabuena cuando llega Halloween. Es el momento ideal para llevar la afición al mundo culinario y que nadie te mire raro por ello, o al menos no demasiado. Con un poco de imaginación y maña se pueden hacer virguerías como estos aterradores cupcakes.
Demuestra que un cupcake no tiene por qué ser siempre cuqui usando fondant y colorante para modelar una terrorífica boca de muertos vivientes sobre la masa del pastelito. El paso a paso no parece muy difícil, y el resultado final es digno de admirar. Aunque para comerlo yo retiraría toda la decoración, para qué engañarnos.
Enlace | Instructables
Tarta casa encantada
También se puede optar por el formato grande y decorar una buena tarta como nos apetezca, de forma más o menos escalofriante. Ya vimos algunos ejemplos en las tartas de boda más frikis, por ejemplo imitando algunas películas de terror clásico, pero no todo tiene por qué limitarse al fondant y la pasta de azúcar.
Esta tarta de chocolate es realmente impresionante por su montaje final, que en realidad apuesta por la sencillez al no utilizar materiales muy extraños para hacer la decoración. La base es una tarta redonda de dos o más pisos cubierta de crema de chocolate, y se decora con galletas de chocolate a las que se ha dado forma de casa enantada, árboles y lápidas. Con regaliz, pipas de girasol, turrón de chocolate y una luz situada detrás, el efecto final es espectacular.
Enlace| Martha Stewart
Intestinos de hojaldre
De acuerdo, no son precisamente el órgano más apetecible a la hora de pensar en comida, pero si triunfa por las redes americanas es por su simpleza y excelente resultado. Con una masa de hojaldre, colorante rojo y el relleno al gusto se puede preparar una fuente de ricos intestinos dulces o salados ideales para cualquier fiesta de Halloween.
Creo que un relleno a base de carne picada – o equivalente vegetariano – con salsa de tomate es lo más adecuado para esta preparación, aunque podemos optar por algo goloso si nos apetece dulce. Hay que procurar enrollar bien la masa, que no se salga el relleno y colocarla con algo de gracia en una fuente. Un poco de huevo y colorante darán el toque final.
Enlace | The Knead 4 Speed
Chupitos de gelatina de cerebro
Los chupitos de gelatina son un gran añadido a cualquier fiesta – aunque algo peligrosos si están demasiado ricos -, así que no podía faltar su versión creepy. Unos moldes de cerebro son todo el material especial que necesitamos para imitar esta idea de resultad bastante naturalista.
La mezcla de vodka y licores con leche condensada consigue un color muy adecuado para imitar la sustancia gelatinosa de los sesos, y un relleno a base de frambuesas termina de redondear estos chupitos comestibles.
Enlace | Wikihow
Brownies con heridas
Los cupcakes no son el único dulce que se puede disfrazar para la ocasión. Cortando unos brownies corrientes con alguna forma especial, como un ataúd, se pueden sumar a la fiesta de los muertos y monstruos. Pero esta repostera ha preferido optar por el camino de lo feo y desagradable, demostrando una vez más que el fondant no sirve sólo para dulces coloridos y ñoños.
Teñido adecuadamente, la pasta dulce puede imitar la piel humana – o de algún monstruo – y con algo de modelaje y colorante se puede llenar de heridas más o menos sangrientas, cicatrices, puntos y costras. Servirlos sobre una tela teñida de pintura roja también ayuda a situar el ambiente.
Enace | Not Quite Nigella
Cóctel vampiro
Cualquier fiesta o reunión de amigos con la excusa de Halloween debe ofrecer bebidas acordes con el resto del banquete. A veces nos olvidamos de ellas y no las sumamos a la temática del evento, pero Halloween se ofrece para jugar un poco también con las copas, alcohólicas o no.
Estos cócteles de vampiro son algo gore, como dice su autora, pero parecen deliciosos. Se trata de un combinado de vodka, soda, amaretto y zuno de naranja al que se añade un sirope casero de frambuesas, pero la gracia está en el cómo. El líquido rojo se dispone en jeringuillas desechables para añadirlo en el momento de la degustación, creando un efecto muy llamativo.
Enlace | Self Proclaimed Foodie
Tarta cerebro
Es un poco retorcido transformar la belleza elegante y delicada de la tarta Red Velvet – o Terciopelo Rojo – en un cerebro sangriento tremendamente realista. Pero en Halloween todo está permitido, y cuanto más espeluznante y desagradable sea el resultado, mejor.
Lo mejor es que no hace falta ningún molde especial para preparar esta tarta, sólo algo de habilidad con el cuchillo y la espátula para darle forma al bizcocho de chocolate y para modelar el fondant. Un buen baño de mermelada de frambuesa sin semillas y algo de atrezzo quirúrgico aportan el indispensable toque final.
Enlace | How to Cake it
Cabeza de zombie de queso
A mí las caravelas me dan muy mal rollo, no lo puedo evitar. No sé si tendría ganas de untar mis galletas saladas en esta crema de queso, pero desde luego cumple su propósito. La creadora nos da dos modelos diferentes para inspirar nuestra creatividad, y la verdad es que nos sirve tanto para Halloween como para una quedada para ver The Walking Dead.
El truco está en emplear un cráneo de plástico de base, que en esta época se puee encontrar en cualquier tienda. Luego sólo hay que preparar una mezcla de queso cremoso a nuestro gusto, añadiendo aromas y colorantes antes de cubrir el muñeco por completo. Un poco de azul o verde puede crear el efecto de venas putrefactas, cebollitas encurtidas pueden ser unos ojos estupendos y algo de salsa roja servirá como sangre. De nuevo, imaginación al poder.
Enlace | Not Marta
¿Se vuelven demasiado locos los cocinillas cuando se trata de preparar comida temática para una fiesta determinada? Yo creo que es parte del encanto que tienen ciertas ocasiones especiales, pero es verdad que Halloween desata la creatividad más sorprendente, llegando a ser desagradable en algunos casos. ¿Os gustan más las ideas simpáticas con monstruos graciosos o los ejemplos más terroríficos y gore?
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