La relación de la gastronomía con otras artes siempre me resulta interesante. Ya sea con el cine, la pintura o como esta vez en su relación con la moda en joyería, me despierta la atención. Por eso me han gustado estas joyas hechas con frutas deshidratadas.
No sé si algún día mi mujer llevará uno de estos pendientes hechos con tomates o un colgante hecho con un kiwi o unas fresas deshidratadas, pero me parece que los unos y los otros son preciosos y en mi opinión, creo que serán muy favorecedores.
En todo caso, los diseños que también incluyen anillos, gemelos y otras atractivas piezas de bisutería y joyería, están hechos con frutas reales deshidratadas y cubiertas de una resina que las hace resistir a la oxidación e incluso a la humedad.
Hay piezas hechas con naranjas sanguinas, kiwis, tomates, caqui persimón, pitahaya o fruta del dragón, plátanos, fresas e incluso con frutos secos como nueces, o hierbas aromáticas como la lavanda. Toda una variedad de productos naturales que se convierten en joyas tras pasar por el proceso de deshidratación y engarce.
Con unos precios que oscilan entre los 14 y los 35 euros, pueden ser una idea original para regalar o para darse un capricho sin pagar cifras astronómicas. Además, al ser joyas hechas con frutas deshidratadas, sin duda cada pieza es una pieza única, con sus imperfecciones y peculiaridades que las hacen únicas.
Vía | That's like whoa En Directo al Paladar | Joyas para comérselas En Directo al Paladar | Comida y moda. Extraña mezcla