La Última Cena de los condenados a muerte

Seguro que muchos de vosotros en alguna ocasión, durante una charla con amigos, os habéis planteado cuál sería vuestra última comida si tuvierais que elegir una. ¿Sería dulce o salado? ¿Un plato familiar o algo que siempre habíais tenido ganas de probar? La elección puede dar lugar a un interesante debate, pero siempre hipotético. Sin embargo, elegir una última cena se convierte en una trágica realidad para los condenados a muerte.

La artista estadounidense Julie Green divide su tiempo entre las clases que imparte en la Unviersidad de Oregón y los trabajos personales, entre los que destaca la serie titulada The Last Supper, La Última Cena. Viviendo en el estado de Oklahoma tomó conciencia de la problemática de la pena de muerte al encontrarse en la prensa matutina detallados los menús de los condenados, descritos de una forma macabra.

De este modo, en el año 2000 comenzó a trabajar en las primeras obras del gran proyecto con el que trata de llamar la atención sobre la inhumanidad de la pena de muerte, denunciando la frivolidad con la que gran parte de la sociedad norteamericana acepta las ejecuciones, como una simple rutina más. La obra de Green consiste en plasmar en platos de cerámica las últimas comidas elegidas por los condenados a muerte.

Las elecciones varían de un interno a otro, aunque en general se trata de comidas humildes, con platos populares como la pizza o el pollo frito. Algunos eligen menús completos, otros simplemente una pieza de fruta, pero lo cierto es que tienen que limitarse al presupuesto máximo de 20 dólares que casi todos los estados tienen fijado para evitar “gastos inútiles” si no se terminan lo que han pedido.

Hasta la fecha la autora lleva realizados más de 500 trabajos y piensa continuar con 50 más cada año hasta que la pena de muerte sea abolida de forma definitiva en su país. Resulta inquietante perderse en la galería de su obra y pensar en la persona que había detrás, en cuál sería su historia. Desde 1976 se han ejecutado a más de 1200 condenados en EEUU, y su última voluntad fue elegir una última cena.