Naomi Murrell es una de esas artistas cuya inquietud creativa la impulsa a trabajar en diferentes campos. Tras formarse y trabajar como ilustradora independiente, ha terminado desarrollando su propia colección de joyas que diseña ella misma con un estilo muy particular. Entre su catálogo encontramos una serie de coloridos brazaletes con forma de dónut que definen muy bien la esencia que quiere transmitir esta autora.
Afincada en Adelaide, Australia, Murrell afirma que diseña recuerdos para los amantes de la diversión y la nostalgia. Con cada uno de los trabajos que emprende quiere capturar lo que considera bello para poder compartirlo con sus clientes y su público. Para conseguirlo encuentra la inspiración en las cosas sencillas de la vida, en la naturaleza y también, cómo no, en la comida.
Los brazaletes de esta autora, como el resto de sus productos, están manufacturados por artesanos de Indonesia con los que colabora de forma ética y sostenible. Cada modelo combina resinas de diferentes colores con una base de latón dorado, en un diseño elegante que juega con la forma típica de los famosos dónuts o rosquillas de diferentes glaseados.
El latón es un material sólido sin chapar, realizado a partir de una aleación creada específicamente para trabajos de joyería. La diseñadora asegura que todos sus productos están protegidos con una sustancia que protege la pérdida de lustre, aunque con el tiempo el material inevitablemente irá adquiriendo un aspecto envejecido, que se puede evitar con los cuidados adecuados. La resina es un material que ofrece un aspecto final pulido, brillante y suave, similar a la cerámica, que permite jugar con los colores y las texturas.
La verdad es que Naomi Murell demuestra tener muy buen gusto a la hora de realizar sus diseños. Todos tienen un aire nostálgico por la iconografía folk típico de la autora, que también logra transmitir su pasión por las cosas sencillas de la vida. Y es que las rosquillas, cubiertas con esos glaseados azucarados de colores a veces imposibles, resumen muy bien la idea de disfrutar de los pequeños placeres como si fuéramos todavía niños.
Sus brazaletes dónut, de exquisitos acabados muy pulidos que casi parecen realmente cremosos y dulces, tienen un grosor de 25 mm y un diámetro de 65 mm. Se pueden encargar a través de su tienda online por un precio de unos 70 euros al cambio. Yo no soy muy dada a lucir joyas pero no me importaría tener uno de estos brazaletes para dar un toque de color dulce a mis sosos brazos este verano.
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