En abril de este mismo año, falleció Margaret Thatcher. Sin duda, una de las personalidades políticas más influyentes del siglo XX y también de las más controvertidas. Casi todo el mundo la conocíamos por su faceta de política, ya que fue Primera Ministra Británica durante muchos años. Pero lo que no todo el mundo puede que sepa es que era Licenciada en Ciencias Químicas, y que durante algún tiempo estuvo trabajando en la tecnología de los alimentos.
Fue aquí donde se dice que contribuyó al desarrollo de una técnica para la fabricación de los helados, consistente en añadir aire, de forma que fuera necesaria menos cantidad de materia prima. Varios medios han dado por cierta esta historia, pero ¿cuál fue realmente la aportación de la Dama de Hierro en la fabricación de los helados modernos?
Las primeras técnicas de helados
Esta historia, la contribución de Mrs. Thatcher a los helados modernos, ha sido repetida en muchos foros, pero lo cierto es que tiene puntos flojos. Para empezar la técnica de hacer helados con aire, fue anterior a su paso por J. Lyons (la empresa que los comercializaría posteriormente) y se hizo inicialmente en USA. En realidad, la idea era hacer helados de textura más suave, tipo crema, que los helados habituales, y también que se pudieran servir desde máquinas, tipo "shandy".
El caso es que la empresa para la que trabajaba como investigadora la primera dama, no estaba realmente desarrollando una técnica de aireado de helado, sino más bien una receta para hacerlos más suaves, emulando lo que ya se estaba haciendo en USA. No fue hasta los años 60, cuando Thatcher ya se dedicaba de lleno a la política, cuando realmente se incorporó la técnica del aireado para la fabricación de helados.
Sus tres años trabajando como química
Es cierto que ella formó parte del grupo de investigadores que más adelante desarrollaron técnicas para los helados, pero su contribución dentro de ese grupo no está clara, como tampoco está claro que realmente "inventara los helados modernos".
En realidad el tiempo que Ms. Thatcher (o Margaret Roberts por aquel entonces) trabajó como investigadora no superó los tres años y en dos empresas distintas. La primera fue BX, British Xylonite en 1947 y a la que accedió nada más acabar la carrera, y la segunda ya fue J. Lyons & Co, donde sí que trabajó en tecnología de los alimentos, pero según esta publicación de la Royal Society, su trabajo puede que tuviera más que ver con procesos de control de calidad.
Ya en 1950 se empezó a dedicar casi totalmente a la política, aunque en la campaña de 1951 todavía usó su imagen como científica para atraer votos. Ese mismo año contrajo matrimonio con Denis Thatcher, y dejaría la empresa, para estudiar leyes y dedicarse a la política.
La formación del mito
No es la primera historia de políticos relacionados con los alimentos. A Thomas Jefferson, por ejemplo, se le atribuye la introducción del helado de vainilla de USA. Curiosamente, ella misma nunca se autoproclamó inventora de los helados modernos, y parece que tampoco habló mucho de su época como química investigadora.
Lo paradójico del asunto es que puede que fueran más sus rivales políticos quienes alimentaran el mito. Como ferviente defensora del mercado libre y las políticas neoliberales, es posible que el hecho de haber contribuido a crear una helado "más barato y más rentable, que daba mayores márgenes de beneficios a las empresas" se utilizara más como una crítica hacia sus políticas, que como alabanza a su contribución a la ciencia de los alimentos.
Desde luego, puede que la Dama de Hierro fuera muy fría, pero su contribución real a la industria de los helados modernos parece que fue muy pequeña, y más que probable que realmente fuera inexistente. Muy posiblemente quedará así para la historia en cualquier caso, como muchos otros mitos nutricionales.
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