Lo habitual es que los dulces de Navidad estén dando tumbos por casa hasta bien entrado en el mes de enero - a veces incluso más -, sobre todo aquellos que menos éxito tienen o que nos han regalado y no sabmos cómo deshacernos de ellos. Parece que nos da reparo tirarlos a la basura, pero en Colorado no les tiembla el pulso a la hora de lanzar comida por los aires.
Se trata de un evento llamado Great Fruitcake Toss, "gran lanzamiento del pastel de frutas", que se viene celebrando en la localidad de Manitou Springs, Colorado (Estados Unidos) cada primer sábado de enero desde el año 1995. La idea es bien simple: lanzar por cualquier medio esos típicos dulces navideños que nadie quiere y convertirlo en todo un evento festivo.
El fruitcake es un producto de repostería típico de la cultura anglosajona, con sus variantes en distintos países europeos. Son tradicionales de Navidad y suelen seguir recetas familiares que se repiten de generación en generación. Se trata de pasteles llenos de frutas y frutos secos, normalmente bañados en alcohol, densos y muy dulces. No es el dulce favorito de los niños precisamente, y puede resultar muy pesado y empañagoso de comer si encima no es de buena calidad.
En Estados Unidos es un dulce navideño con el que habitualmente se hacen bromas, ya que existe el cliché de la típica tía o abuela que manda pasteles de frutas incomibles a sus familiares. Pues bien, a los comerciantes de Montana se les ocurrió organizar un concurso de lanzamiento de pasteles para animar a la gente a reciclar esos dulces que terminarían en la basura.
Existen diferentes categorías según el tipo de lanzamiento: a mano, con una honda, con catapulta o con cualquier otro tipo de dispositivo. Lo esencial es lanzar el pastel lo más lejos que se pueda, y, sobre todo, pasar un rato divertido. El récord actual está en 432 metros, distancia consegudia en 2007 por un grupo de ingenieros que constuyeron un aparato específico para el evento.
Por desgracia, parece que este año no se va a poder celebrar este curioso evento debido a las malas condiciones del tiempo y a la falta de patrocinadores. Aunque pueda parecer una actividad algo salvaje, lo cierto es que el lanzamiento de pasteles de frutas se había convertido en toda una jornada festiva muy bien organizada y divertida. ¿Os animaríais a competir lanzando el turrón duro o los polvorones incomibles con una catapulta?
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