Según la psicóloga Isabel Menéndez, autora del libro Alimentación emocional, antes de realizar una dieta es necesario que la persona se encuentre en perfecto estado psicológico, en ausencia de tristeza, estrés, etc. Es necesario sentirse bien consigo mismo para no caer en la tentación de comer como refugio alternativo a los problemas.
El estado psicológico afecta notablemente al comportamiento alimentario en muchos casos. Realizar una dieta requiere tiempo y constancia y no es necesario castigar al organismo con insufribles dietas que te hacen perder rápidamente peso, de igual modo que los pierdes, puedes recuperarlos. Adelgazar debe ser algo basado en el tiempo, poco a poco, habituando al organismo a los cambios que se van produciendo. Una dieta debe estar siempre basada en una alimentación sana y equilibrada, no nos engañemos con las dietas milagro, realmente no funcionan y decimos esto porque sólo son transitorias. Lo ideal es que los cambios perduren y que adaptemos nuestro modo de alimentarnos indefinidamente, que el cambio no sea temporal, ya que nuestro cuerpo se resiente.
Como decíamos al principio, el factor psicológico es importante, no hay que realizar una dieta encontrándose mal psicológicamente, quizás lo que conseguimos es acrecentar el problema por dos vías, la alimentaria y la emocional. La capacidad de control está ligada a nuestra mente y ésta es necesaria para dominar una dieta adecuada, si has decidido realizar una dieta para perder unos kilos, sopesa antes si te encuentras con fuerzas y voluntad para realizarla y adaptarla de manera indefinida a tu organismo. Con una dieta sana y equilibrada ganarás en salud psíquica y física.
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