¿Recordáis aquello de "todo depende del color del cristal con que se mira"? Pues eso fue lo que pensé al ver estás fotografías, no sabía de qué eran ¿Superficie lunar? ¿Aliens? ¡No! Comida enmohecida. Entonces, pensé, es cierto que las cosas cambian según la perspectiva con la que las contemplamos.
Lo cierto es que sin saber que se trata de comida en mal estado, las fotografías de Heikki Leis son de una llamativa belleza ¿O lo son porque, en realidad, nos gusta morbosamente lo decadente? A todos se nos ha olvidado alguna vez un trozo de verdura en la nevera, estoy segura de que a partir de ahora me los miraré con otros ojos.
Leis explica: "me inspiré en unas patatas que había dejado en una olla durante mucho tiempo. Habían empezado a enmohecerse y realizando un examen minucioso de los colores y texturas, me parecieron lo suficientemente interesantes como para tomar algunas fotos". Ese fue el punto de partida que le llevó a experimentar con diversas frutas y verduras, que deja "madurar" durante dos meses, manteniéndolas cubiertas para que no se sequen.
No hay nada como ver lo bello donde sólo hay podedumbre, no creo que todos seamos capaces de lograrlo, es cuestión de fijarse a nuestro alrededor y tener en cuenta lo agradable. Pensar que la comida enmohecida puede ser bella podría servirnos de punto de partida ¿No os parece?
Vía | Heikki Leis En Directo al Paladar | La inusual y sorprendente utilización de los alimentos por Felipe Barbosa En Directo al Paladar | Fantaseando con la comida, las creativas fotografías de