Hace unos años no se me hubiera ocurrido hacer este bizcocho de chocolate blanco, nunca me ha gustado este tipo de chocolate y rechazaba todo lo que lo llevara entre sus ingredientes, sin embargo, poco a poco me he ido dando cuenta de que al mezclarlo con otros ingredientes su sabor tan dulzón se diluye y la gran cantidad de manteca de cacao que contiene le da una suavidad y untuosidad especial a los dulces.
Esto es lo que sucede con este bizcocho, seguramente quien lo pruebe sin saber qué contiene no podrá identificar su sabor, pero os aseguro que se quedará encantado con su esponjosidad y su maravilloso sabor y, como pasa en mi casa cada vez que lo hago, desaparecerá en un abrir y cerrar de ojos.
Precalentamos el horno a 180 ºC. Engrasamos el molde que vayamos a utilizar. Ponemos en un cuenco el chocolate blanco y la mantequilla y los derretimos en el microondas o al baño maria. En otro cuenco, batimos con una batidora de varillas el azúcar con los huevos hasta que hayan doblado de volumen y la mezcla esté blanquecina y espumosa.
Añadimos la mezcla de chocolate y mantequilla y seguimos batiendo. Mezclamos la harina con la levadura y la tamizamos sobre el cuenco, batimos a velocidad mínima el tiempo justo para que esté bien mezclado. Horneamos durante unos 45 minutos, hasta que una aguja introducida en el centro del bizcocho salga limpia.
Cuando lo saquemos del horno, esperamos unos diez minutos y después lo desmoldamos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla. Antes de servirlo lo espolvoreamos con azúcar glas.
Con qué acompañar el bizcocho de chocolate blanco
Este bizcocho de chocolate blanco es ideal para el desayuno o la merienda acompañando un vaso de leche, y para los muy golosos resultará irresistible untado con una fina capa de crema de cacao con avellanas.
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