Los angloparlantes llaman one bowl a las recetas rápidas de fondo de armario, esas que repites una y mil veces improvisando variaciones con lo que surja en cada momento. Así es este bizcocho fácil de plátano, perfecto para dar salida a fruta muy madura y endulzar el día con un bocado muy sabroso que no empalaga, energético y saciante, sencillo de personalizar.
Ya su autora original nos propone muchas variantes probadas por ella misma, y nosotros hemos modificado la receta a nuestro gusto y adaptándonos a la cantidad de plátano que teníamos en casa. Era una receta de emergencia, pues en pleno agosto murciano los plátanos pasan de estar comestibles a ser papilla en cuestión de horas. Mucho mejor, pues eso nos asegura una miga más dulce, más aromática y más jugosa, permitiéndonos reducir la cantidad de azúcar añadido.
Precalentar el horno a 180ºC con calor arriba y abajo (sin aire). Engrasar o forrar un molde rectangular de unos 22-24 cm de largo. Si es más corto, saldrá un bizcocho más alto, pero el tiempo de cocción puede variar. Pelar los plátanos sin desperdiciar pulpa y pesar unos 300-340 g.
Machacar en un recipiente con un tenedor hasta dejar una pasta con algunos grumos, para dar textura. Añadir la mantequilla derretida, la panela y el yogur, y batir hasta que se disuelva el azúcar. Agregar los huevos y la vainilla, batir ligeramente y tamizar encima las harinas, la levadura y la sal. Si se queda el salvado de la integral en el tamiz, añadirlo.
Echar un par de puñados de cacahuetes picados a cuchillo y combinar hasta integrar todo lo justo, con movimientos suaves y sin remover en exceso. Llevar al molder y repartir unos cuantos cacahuetes más por encima, añadiendo más panela si se desea, o canela molida.
Hornear durante unos 45-50 minutos hasta que al pinchar el centro con un palillo no salga húmedo. Esperar unos 10 minutos fuera del horno antes de desmoldar y dejar enfriar por completo sobre una rejillla.
Con qué acompañar el bizcocho de plátano y cacahuetes
Un bizcocho casero como este con todo el sabor del plátano pide un vaso de leche o bebida vegetal sin más, mejor fría, aunque en invierno entrará mejor con una taza humeante de café, infusión de hierbas o té especiado. En el extraño caso de que te parezca que ha quedado poco dulce, un poco de buena miel o sirope de arce le iría de maravilla.
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