Si la vida te da naranjas... puedes hacer un bizcocho con avena, zanahoria y azafrán, como ha sido mi caso. Mis suegros llegaron de Valencia con una caja enorme llena de deliciosas naranjas repletas de zumo dulce y aromático, y al instante me dio el antojo de hornear con ellas.
Es un bizcocho perfecto para desayunos o meriendas ocasionales en los que apetece un capricho más dulce, sin ser demasiado empalagoso. Para estas recetas de repostería intento reducir el azúcar añadido, equilibrando ese dulzor con los demás ingredientes, como la fruta o las zanahorias. Con almendra y avena en la masa conseguimos un bizcocho más saciante que nos dará buenas energías para todo el día.
Precalentar el horno a 180ºC y preparar con papel sulfuizado un molde rectangular de tipo plumcake, de unos 20-22 cm de largo. Lavar bien las zanahorias y las naranjas; rallar finas las primeras y mezclar con un poco de ralladura de las segundas. Exprimir las naranjas, dejando que caiga parte de pulpa.
Batir en un recipiente los huevos con el azúcar moreno usando batidora de varillas, durante unos 4-5 minutos, hasta que estén muy cremosos y densos. Añadir el zumo de las naranjas -vigilando que no se hayan colado huesos-, el aceite y el azafrán, y batir un poco más.
En otro recipiente algo más grande, mezclar con unas varillas manuales la harina, la almendra, los copos de avena, la levadura, la sal y el cardamomo o canela. Formar un hueco y echar los líquidos. Mezclar con suavidad hasta que no haya grumos secos y echar las zanahorias con la esencia de vainilla. Combinar bien.
Llenar el molde de forma homogénea y cubrir con unas cucharadas de copos de avena y, si se desea, azúcar moreno al gusto. Hornear a media altura durante unos 42-45 minutos, vigilando bien que no se queme. Comprobar el punto pinchando el centro con una brocheta o palillo.
Esperar un poco fuera del horno antes de desmoldar, usando el papel, y dejar enfriar completamente sobre una rejilla. Guardar tapado en un recipiente hermético, llevándolo a la nevera si hiciera demasiado calor al día siguiente.
Con qué acompañar el bizcocho de naranja, avena y zanahoria
Yo acompaño mi porción de bizcocho de naranja, avena y zanahoria al azafrán con un vaso de bebida vegetal o una buena taza de café sin endulzar -por supuesto-, por la mañana o a media tarde. Un sencillo vaso de leche fría o más calentita es lo único que necesita un bizcocho como este.