Estas esponjosas caracolas de hojaldre se rellenan con una crema pastelera casera a la que posteriormente se añaden pasas antes del horneado. Ideales para cualquier momento del día, se comen de un solo bocado.
Las caracolas con pasas son una opción irresistible para los amantes de los dulces horneados caseros. Con su textura suave y su relleno dulce y jugoso, estas piezas de bollería son ideales para desayunos, meriendas o incluso como postre.
Aunque su aspecto sofisticado pueda intimidar, su preparación es más sencilla de lo que parece, y el resultado vale cada minuto invertido. En esta receta te explicamos paso a paso cómo lograr unas caracolas perfectas, con un equilibrio justo entre el dulzor de las pasas y la suavidad de la masa.
Primero prepararemos la crema pastelera calentando la leche, la nata y la mitad del azúcar. Agregamos los aromatizantes, llevamos a ebullición, retiramos del fuego y colamos.
Mezclamos la maicena con el resto del azúcar y las yemas en un cuenco amplio para verter poco a poco la leche sin dejar de remover hasta que todo quede perfectamente integrado.
Pasamos la mezcla a una cazuela y cocinamos a fuego medio unos minutos hasta que espese. Retiramos del fuego, pasamos la crema pastelera a una bandeja, y la cubrimos con film transparente sin quede nada de aire. Dejamos enfriar 1 hora a temperatura ambiente antes de pasarla a la nevera. Dejamos enfriar totalmente en la nevera.
Estiramos la lámina de hojaldre y la cubrimos con una capa de crema pastelera, agregamos pasas al gusto, y cortamos la lámina en tiras finas.
Formamos las caracolas enrollando las tiras. Repetimos el proceso con la lámina de hojaldre restante, y horneamos las caracolas durante 24 min con el horno precalentado a 200ºC.
Con qué acompañar las caracolas con pasas
Estas caracolas se pueden acompañar con un vaso de leche tibia, un cremoso cappuccino o un té negro como el Earl Grey. Para los que prefieran algo más aromático, un té chai irá de maravilla.
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