Cuando llega el mes de mayo, los primeros albaricoques llegan a las fruterías y al verlos, se despierta en mí el deseo de volver a preparar con ellos esta estupenda receta. Por eso, hoy quiero contaros cómo hacer una tarta tatin de albaricoques para dejar a todos con la boca abierta, de forma sencilla y rápida.
Como sabéis, las tartas tatin se caracterizan por montarse boca abajo y presentarse "del derecho" al dar la vuelta al molde. En esta ocasión, vamos a enriquecer nuestra tarta al incluir un poco de crema de naranja de la que nos sobró al preparar las tartitas de fresas y curd de naranja pero podéis usar crema pastelera, mermelada o lo que prefiráis o tengáis en la nevera.
Para que al darle la vuelta quede todo en orden, comenzamos caramelizando la base de nuestro molde. Yo he usado un molde redondo desmoldable pero igual podéis hacerlo en un molde fijo porque la tarta se despega perfectamente cuando está ya cocinada. Comenzamos lavando muy bien los albaricoques ya que los usaremos sin pelar. Después los cortamos en mitades y retiramos el hueso.
Ponemos en el fondo tres cucharadas soperas de azúcar y unas gotas de agua y lo ponemos al fuego para hacer caramelo. Tened cuidado con la temperatura que se os puede quemar el caramelo y entonces amarga o lo que es peor os podéis quemar vosotros. Sobre el caramelo, colocamos las mitades de los albaricoques, - ¡¡muy importante!!,- con la piel apoyada en la base. Si lo preferís, podéis usar caramelo líquido del que ya viene preparado.
No es necesario añadir la crema de naranjas pero le da un toque y una jugosidad muy especial. Como se prepara en cinco minutos con el microondas tal como os expliqué en la receta de las tartitas de fresas, os recomiendo hacerlo, pero es totalmente opcional. Yo lo usé por aprovechar la crema de naranja que me había sobrado. En ese caso, con una cuchara, rellenamos los huecos en los que antes estaba el hueso del albaricoque con el curd de naranja. Finalmente, cubrimos las frutas con la lámina de hojaldre o de pasta brisa precocinada que podéis encontrar en cualquier supermercado. Podéis usar una u otra en función de vuestro gusto, ya que ambas masas quedan muy bien en esta receta. También podéis utilizar hojaldre casero si os animáis a prepararlo vosotros mismos.
Tras cubrir la tarta, rizamos los extremos sobrantes y los dejamos dentro del molde para que, cuando lo demos la vuelta, quede una especie de cesta. Eso será después, una vez haya sido horneada nuestra tatin de albaricoques. En la imagen podéis haceros una idea del proceso. Para terminar, horneamos la tarta en la zona central de nuestro horno con calor arriba y abajo a 180º durante unos 30 minutos, hasta que la base de la tarta (que de momento está arriba) empiece a dorarse. Apagamos el horno, dejamos cinco minutos a temperatura ambiente y damos la vuelta a la tarta sobre un plato antes de que el caramelo se vuelva a solidificar y se nos pegue al molde. Como guarda mucho la temperatura, dejamos que se temple una hora, antes de lanzarnos a por ella.
Con qué acompañar la tarta tatin de albaricoques
Creo que de la forma en que más me gusta esta tarta tatin de albaricoques, es cuando está aún templada, acompañada de una bola de helado de vainilla por la cosa de los contrastes, pero mi hijo y mi mujer la prefieren cuando ya está fría tanto para tomarla de postre, como para merendar. Será cosa de gustos.