Hoy he preparado estas conchas de calabaza rellenas y me han venido a la cabeza las meriendas de cuando mis hijos eran pequeños. Siempre estuvieron repletas de bocatas y fruta, pero un día a la semana había cambio de tercio. Elaboraba algún dulce casero y me hacían la ola.
Generalmente era algún bizcocho, entre el clásico de yogur y el de limón y anís se movía el asunto. Mi repertorio era bastante limitado por aquellos entonces. Si hubiera tenido esta receta a mano, habrían caído con frecuencia, pues son deliciosamente adictivas.
La masa recuerda mucho a la de un bizcocho y me atrevería a decir que, si la horneamos en un molde, saldrá un susodicho de lo más pintón. Igualmente, si aumentamos la cantidad de harina ligeramente, es más que probable que consigamos transformarla en unas ricas galletas. ¿Será por opciones?
Mezclamos la harina, la levadura química, la canela, la nuez moscada y la sal en un bol. En otro recipiente batimos la mantequilla, en punto pomada, con los dos tipos de azúcar hasta obtener una masa cremosa. Incorporamos el puré de calabaza, el huevo y la esencia de vainilla y batimos de nuevo.
Volcamos la mezcla de ingredientes secos y removemos suavemente para integrar. Guardamos la masa en la nevera durante un mínimo de una hora, para que se enfríe y endurezca ligeramente. De lo contrario no la podremos manipular.
Preparamos un par de bandejas de horno con papel vegetal y colocamos sobre ellas porciones de la masa (yo he usado una cuchara de helados para que me quedaran iguales). Hay que dejar bastante separación para que no se peguen entre ellas, pues se expanden mucho con el calor. Cocemos en el horno, precalentado a 180 ºC con calor arriba y abajo, durante 16-18 minutos.
Retiramos del horno y dejamos enfriar antes de rellenar. En mi caso, he montado nata con un poco de queso crema, azúcar glas y cacao en polvo, pero se pueden rellenar de crema de queso, de chantilly, de chocolate, etc. Opcionalmente, las espolvoreamos con azúcar glasé y listas para servir.
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Con qué acompañar las conchas de calabaza rellenas
Estas conchas de calabaza rellenas están riquísimas así, tal cual, sin necesidad de nada más. El relleno se puede variar y adaptar al gusto de cada cual o a lo que se tenga a mano en casa: crema de chocolate, nata montada, trufa,... Van muy bien con un vaso de leche fría, un café con leche o un té helado o cualquier infusión de vuestro gusto.
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