No os dejéis engañar por el aspecto tan simple que tiene este crumble de plátano y mango en la fotografía, ya que es un postre lleno de sabores tropicales y además, como todos los crumbles, muy sencillo de preparar. Solo hay que tenerlo un rato en el horno; casi se hace solo.
En este caso la mezcla de frutas que le he añadido lo aparta del clásico de manzana o pera, y lo hace distinto con su sabor caribeño a pesar de que es un postre muy británico. Por supuesto que se pueden variar las frutas, aunque yo os recomendaría que le diérais una oportunidad a esta combinación.
Comenzamos por preparar el crumble que cubrirá la fruta; para ello cortamos la mantequilla muy fría en trozos pequeños, le añadimos la harina encima, el coco rallado y el azúcar moreno. Precalentamos el horno a 180ºC.
Si tenemos un robot de cocina podemos prepararlo en él, mezclando los ingredientes hasta que parezcan migas, en caso de no tener robot ir simplemente frotamos los ingredientes con la punta de los dedos hasta que se hayan formado las migas. Engrasamos seis ramequines aptos para horno o una bandeja con la cucharadita de mantequilla, espolvorear con el azúcar blanquilla.
Por otra parte vamos picando los plátanos y el mango en rodajas y cuadraditos, repartirmos en los recipientes, añadir el zumo de limón mezclado con el ron oscuro y espolvoreamos el crumble por encima. Horneamos durante 40 minutos o hasta que las migas estén doradas y crujientes.
Con qué acompañar el crumble
Este crumble de plátano y mango es ideal para consumir templado por lo que puede ser un delicioso postre para tomar todo el año. Es un placer acompañarlo con helado de vainilla, dejando que se derrita lentamente, o con un poco de crema inglesa.
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