Me encanta hornear galletas con miel o melaza, llenas de especias y frutos secos, pero los sabores más frescos y frutales también son irresistibles en forma de pequeños dulces. Estas galletas craqueladas de cítricos tienen un interior tierno que casi se deshace en la boca, con notas refrescantes.
Para esta receta podéis jugar con el zumo y la ralladura de los cítricos que más os gusten, aunque recomiendo emplear los tres indicados en los ingredientes para lograr un sabor más pronunciado.
Tamizar juntos la harina con la levadura química, el bicarbonato y la sal. En otro recipiente más grande, batir con una batidora de varillas la mantequilla con el azúcar blanco y el azúcar moreno. Añadir el huevo, el zumo de limón o lima y la ralladura de los cítricos, batiendo un poco más. Incorporar la mezcla de ingredientes secos y batir a baja velocidad hasta conseguir una masa homogénea, pegajosa. Tapar y dejar enfriar en la nevera entre 30 y 60 minutos.
Precalentar el horno a 180ºC y preparar unas bandejas adecuadas. Llenar un plato pequeño hondo con azúcar glasé tamizado. Tomar pequeñas porciones de masa, más o menos del mismo tamaño, y formar bolitas. Rebozarlas bien en el azúcar glasé y distribuirlas en las bandejas, dejando varios centímetros de separación entre ellas.
Hornear una bandeja cada vez a media altura, durante unos 10-12 minutos, hasta que se hayan dorado ligeramente. Deben tener un color amarillo pálido y deben haberse aplanado, con la superficie craquelada. Esperar un par de minutos fuera del horno y dejar enfriar completamente sobre una rejilla. Guardar en recipiente hermético.
Con qué acompañar las galletas de cítricos
A cualquier hora apetecen estas galletas craqueladas de cítricos, y acompañan muy bien tanto bebidas calientes como el café, como opciones más frescas. Incluso pueden ser un toque muy original para servir con helado, una tarta fría, o una saludable macedonia de frutas.
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