Ahora que las tardes son cortas y frías, ¿A quién no le apetece un café o un té con unas deliciosas galletas caseras, crujientes pero suaves con un deliciosos sabor a nuez? Pues con un esfuerzo mínimo podéis hacer estas fantásticas galletas de nueces y mantequilla, ya veréis qué pronto se acaban.
Hacer galletas es una de las cosas más gratificantes que se pueden hacer en repostería, mucho más fáciles que un bizcocho, se pueden variar hasta el infinito y casi todas se conservan estupendamente durante bastantes días en un recipiente hermético.
Precalentamos el horno a 160 ºC. Tostamos ligeramente las nueces durante unos 10 minutos con mucho cuidado de que no se quemen. Cuando estén frías las dividimos en dos partes, una la molemos con un procesador de alimentos y la otra mitad la troceamos con un cuchillo.
Ponemos en el bol de la amasadora la mantequilla, el azúcar y la vainilla y mezclamos bien con la pala hasta tener una crema suave. Añadimos las nueces y el azúcar y mezclamos de nuevo. Si no tenéis amasadora podéis hacer este proceso a mano, solamente hay que amasar un poco hasta tener una masa homogénea.
Vamos cogiendo trocitos de masa del tamaño de una nuez y les damos forma de bola, las vamos depositando un poco espaciadas en una placa de horno con un papel de horno encima. Horneamos durante unos 20 minutos hasta que estén empezando a dorarse por encima. Sacamos del horno y espolvoreamos abundantemente con azúcar glasé.
Con qué acompañar las galletas de nueces y mantequilla
Estas galletas de nueces y mantequilla son ideales para acompañar una taza de café o para quitarnos el antojo de algo dulce en cualquier momento. Se conservan durante dos semanas en un recipiente hermético.
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