Las hermit cookies, o galletas del ermitaño, son uno de esos dulces asociados a una región cuyo origen realmente no se tiene del todo claro. Típicas de Nueva Inglaterra (Estados Unidos) y popularizadas también en zonas de Canadá, parecen estar ligadas a las galletas europeas navideñas, no son tan dulces como otras cookies americanas y se distinguen, sobre todo, por la cantidad de especias y frutos secos que dan sabor a la masa. Y están riquísimas.
Te tienen que gustar las galletas de textura más blandita y repletas de estos tropezones, claro. Si es tu caso, son unas galletas tremendamente fáciles de preparar, fáciles de personalizar y perfectas para pasar la tarde de un día perezoso en casa, deliciosas para tomar un bocado dulce a media tarde, o para mojar en el café de la mañana cuando necesitamos un golpe extra de energía.
Comparando diversas versiones publicadas por la red, podemos encontrar múltiples variantes de las galletas, pues muchas son recetas familiares heredadas, a menudo de las abuelas, que han ido adaptándose con el tiempo al gusto de cada casa. Podemos enriquecerlas con todos los frutos y frutas secas que nos apetezcan, aunque las recetas canadienses insisten particularmente en añadir dátiles, lo que las hace mucho más dulces. Al gusto.
Precalentar el horno a 175ºC con ventilador (si lo tiene) y preparar un par de bandejas refractarias con papel sulfurizado antiadherente. Trocear la mantequilla blanda en un recipiente y batir con el azúcar usando batidora de varillas, varios minutos a velocidad media, hasta cremar.
Añadir los huevos, uno a uno y sin dejar de batir, un par de minutos más. Incorporar la leche y la vainilla, batir ligeramente y agregar la harina, el bicarbonato y todas las especias con la sal, volviendo a batir con la batidora a velocidad baja.
Picar a cuchillo las nueces peladas y los dátiles sin hueso, también las pasas si son sultanas muy grandes, e incorporar a la masa. Mezclar a mano si la masa está muy espesa para la batidora, hasta homogeneizar bien.
Tomar porciones de masa con ayuda de una cuchara y distribuir en las bandejas, dejándolas ligeramente separadas. Aplanar un poco con la cuchara o la mano ligeramente humedecida, dándoles forma más redondeada. Hornear unos 10-12 minutos, hasta que estén doradas, y esperar un poco antes de dejar enfriar sobre una rejilla.
Con qué acompañar las galletas del ermitaño
Como típicas galletas caseras aromáticas y rústicas, las galletas del ermitaño apetecerán al goloso a cualquier hora del día, especialmente para acompañar el café de la sobremesa, un té a media tarde o un vaso de leche en la merienda. Son tan aromáticas que lo mejor es tomarlas con una bebida más neutra o no muy dulce, mejor si es un café solo tipo espresso, un té sencillo con su toque amargo o una bebida vegetal sin endulzar; el chocolate a la taza lo dejamos mejor para acompañar unos churros caseros o buñuelos de Semana SAnta.
En DAP | Galletas de doble cacahuete y chocolate, una pareja perfecta para endulzar la sobremesa
En DAP | Galletas con chocolate negro: receta de las típicas cookies americanas, pero para chocolateros de verdad