Estos mini pasteles sin gluten de chocolate no son aptos para paladares acostumbrados al chocolate con leche o a dulces muy azucarados. Húmedos y densos, pero a la vez de textura suave, con toda la intensidad del cacao más puro, son un bocado que sin duda seducirá a los chocolateros de verdad.
La excusa perfecta para darnos este capricho en casa era la proximidad de San Valentín, y lo cierto es que son ideales para compartir. Horneados en moldes de muffins o magdalenas, tendremos un postre muy sencillo de preparar para servir de forma individual acompañado con lo que más nos guste; fresas u otros frutos rojos darán color y un contraste fresco al plato.
Es una receta adaptada de Donna Hay, australiana con muy buena mano en el mundo repostero, aunque rebajando la cantidad de azúcar. Si os resultaran escasos de dulzor -es cuestión de ir acostumbrando al paladar-, podéis compensarlo sirviendo cada pastelito con una buena capa de azúcar glasé tamizado, nata o helado.
Precalentar el horno a 140º C y engrasar bien una bandeja de 12 muffins o magdalenas. También podemos usar cápsulas bonitas que sean de calidad, preferiblemente antiadherentes.
Trocear la mantequilla y el chocolate; combinar en un cazo y calentar a fuego bajo. Mezclar a medida que se vayan derritiendo con una lengüeta resistente al calor o unas varillas, vigilando bien que no se quemen.
Cuando comiencen a estar derretidos, agregar el azúcar y seguir mezclando en caliente para integrarlo todo. Reservar fuera del fuego. Tamizar en un recipiente grande el cacao con la almendra y la sal para deshacer los grumos, y añadir los húmedos derretidos.
Mezclar bien con unas varillas manuales y agregar los huevos de uno en uno, batiendo a mano en cada adición. Terminar de remover bien toda la masa para asegurarnos de que está homogénea.
Repartir en los moldes y hornear durante unos 30 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo salga casi limpio. Nos interesa que queden jugositos por dentro. Dejar enfriar casi por completo en el molde fuera del horno antes de desmoldar y espolvorear con azúcar glasé.
Con qué acompañar los mini pasteles de chocolate
Ya comentábamos al principio que estos intensos mini pasteles de chocolate piden ser acompañados de fruta fresca, sirope o coulís, helado, nata o una crema de vainilla. Si vamos a servirlos como colofón de una cena especial, podemos esmerarnos añadiendo también flores comestibles, hojas de menta, etc.
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