Este clásico de la repostería chilena destaca por su aroma especiado, su textura densa y su delicioso relleno con frutos secos y frutas confitadas. ¿Quieres aprender a prepararlo en casa?
El pan de Pascua se convierte sin lugar a duda en** el protagonista de las mesas chilenas**, y aunque su nombre pueda recordar a un pan, lo cierto es que es más parecido a un bizcocho denso de sabor especiado.
Con ingredientes como la canela, la nuez moscada, nueces, almendras y frutas confitadas, este dulce recuerda a elaboraciones europeas como el stollen o el panettone, de los que probablemente deriva, pero con un sabor e identidad propios.
Primero la noche antes pondremos a macerar los frutos secos con las frutas confitadas, el ron, las especias y la ralladura de limón en un bol.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta obtener una mezcla homogénea. Entonces iremos añadiendo los huevos uno a uno mientras seguimos batiendo durante un par de minutos.
Agregamos el dulce de leche, removemos, e incorporamos la harina previamente mezclada con la levadura y la pizca de sal. Amasamos 3 minutos.
Añadimos entonces los frutos secos a la masa, y removemos de nuevo para que todo quede bien incorporado.
Engrasamos y enharinamos un molde para bizcochos y flanes, y lo rellenamos con la mezcla del pastel para hornearlo durante 1h15 minutos con el horno precalentado a 150ºC.
Retiramos el bizcocho del horno, lo dejamos enfriar un poco, y lo desmoldamos cuidadosamente para que termine de enfriarse del todo antes de servirlo.

Con qué acompañar el pan de Pascua chileno
Un vaso de leche combinará a la perfección con el sabor especiado de este pan chileno. Además, unas frutas frescas aportarán frescura para equilibrar la densidad del pastel.
En DAP | Arrollado de dulce de leche
En DAP | Pastel de choclo chileno