Hace unos días me regalaron una caja llena de deliciosas frutas de verano: fresquillas, paraguayos y nectarinas. Aparte de comerlas en fresco que quizás es la forma en la que más se disfrutan, una parte la he empleado en este pastel streusel de frutas de verano que es una verdadera delicia.
El streusel es una mezcla de mantequilla, harina y azúcar que se desmiga por encima del pastel antes de hornearlo y que hace un maravilloso contraste crujiente y dulce con la jugosidad y el toque ácido de las frutas.
Precalentamos el horno a 200 ºC. Engrasamos un molde de 20x30. Mezclamos la harina con la levadura y la sal y la reservamos. Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que esté cremosa y el azúcar se haya disuelto. Añadimos los huevos uno a uno sin dejar de batir, es importante no añadir el segundo hasta que el primero esté totalmente integrado.
Añadimos la harina y mezclamos suavemente con una espátula hasta tener una mezcla homogénea. Vertemos la masa en el molde y la alisamos con una espátula, ponemos por encima la fruta troceada. Preparamos el streusel mezclando la mantequilla derretida con el azúcar, la harina y la canela.
Repartimos el streusel sobre el pastel desmigando con la punta de los dedos. Horneamos durante unos 50 minutos, hasta que esté bien dorado. Sacamos del horno y lo dejamos enfriar en el mismo molde.
Con qué acompañar el pastel streusel de frutas de verano
Este pastel streusel de frutas de verano es típico de Alemania y generalmente se degusta en la merienda acompañado de un café. Por supuesto se puede usar cualquier tipo de fruta, la que más os guste o la que esté de temporada.
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