Cuando el año pasado descubrí la receta de estos polos de chocolate no dudé en hacerlos y enseguida se convirtieron en la sensación del verano. Tuve que repetirlos una y otra vez para mis hijos y sobre todo para mis nietos que son amantes incondicionales del chocolate.
La verdad es que son tan fáciles de hacer que no me costaba nada tener siempre unos cuantos en el congelador. Su intenso sabor a chocolate y su cremosidad los hace irresistibles y la sonrisa con la que los más pequeños los reciben compensa con creces los diez minutos escasos que se emplean en elaborarlos.
Reservamos un poco de la leche en un vaso y disolvemos en ella la harina fina de maíz. Ponemos en un cazo la leche, la nata, la leche evaporada, la sal el cacao y extracto de vainilla, así como la leche con la Maizena. Mezclamos bien y llevamos al fuego medio removiendo constantemente hasta que la mezcla espese un poco.
Esperamos que enfríe y vertemos la mezcla en los moldes. Si no tenéis unos moldes de polo servirán unos vasos pequeños, tanto de cristal como de plástico.Los metemos en el congelador hasta que estén bien duros.
Con qué acompañar los polos con chocolate
Estos polos de chocolate apetecen a cualquier hora. Serán una divertida merienda para los más pequeños y una forma de ofrecerles un aporte extra de leche en las tardes de verano.
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