Pomelo gratinado con canela: la receta más sencilla para disfrutar de un alimento de temporada

Pomelo gratinado con canela: la receta más sencilla para disfrutar de un alimento de temporada
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Dentro de la familia de los cítricos, el pomelo no goza precisamente del mismo reconocimiento que sus congéneres. El sabor amargo echa para atrás a quienes buscan el dulzor de la naranja o la mandarina, o la fresca acidez del limón. Pero, cuando se aprende a apreciarlo, es una fruta muy sana que engancha.

Una manera muy fácil de darle un toque diferente y más apetecible es gratinarlo con especias y un toque de azúcar o miel, sin llegar a los extremos de cierto personaje de dibujos animados. La idea es ayudar a la fruta a caramelizarse con sus propios azúcares, potenciando sus aromas y sacando sus jugos.

Ingredientes

Para 1 personas
  • Pomelo rojo o rosa 1
  • Mantequilla (1/2 cucharadita o menos) 2 g
  • Azúcar moreno al gusto
  • Canela molida al gusto
  • Nuez moscada molida al gusto
  • Escamas de sal (opcional)

Cómo hacer pomelo gratinado con canela

Dificultad: Media
  • Tiempo total 13 m
  • Elaboración 5 m
  • Cocción 8 m

Precalentar el gratinador del horno y preparar una bandeja o fuente. Lavar y secar bien el pomelo.

Cortar en dos mitades y, con un cuchillo puntilla o pequeño de hoja afilada, marcar ligeramente la pulpa alrededor de la piel, y cada uno de los segmentos. No queremos cortarlos, solo facilitar después su consumo.

Pintar con mantequilla, espolvorear con azúcar moreno y las especias al gusto. Colocar en la bandeja y gratinar durante unos 5-10 minutos, hasta que borbotee y se haya oscurecido.

Pomelo Pasos

El tiempo dependerá del tipo de horno, el punto de la fruta y el gusto, así que conviene estar vigilando la puerta del horno en todo momento. Retirar y servir con una cuchara, con unas escamas de sal si se desea.

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Con qué acompañar el pomelo gratinado

La rápida elaboración de este pomelo gratinado con especias hace que sea un alimento perfecto para tomar en el desayuno, acompañado del café, té o un vaso de leche, aunque puede disfrutarse realmente a cualquier hora. Personalmente me gusta prepararlo en la merienda y servirlo con un poco de yogur natural o queso fresco. Por supuesto, también es más que apto para tomar de postre cuando no podemos renunciar a algo ligeramente dulce después de comer.

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