Me enamoré de esta receta mucho antes de probarla, seducido por una publicación de Instagram donde se veía la tarta de queso y dulce de leche del restaurante Janoko. Después, cuando el chef Luis Vivas me contó cómo la preparaban, tuve muy claro que iba a hacer esta receta en casa lo antes posible.
Se trata de una tarta de queso sin base de galleta, en cuya mezcla, además de queso crema, nata líquida y huevos, se añade una buena cantidad de dulce de leche que le aporta color y sabor. El toque final se consigue rallando la cáscara de una naranja por encima, consiguiendo una elaboración dulce que no resulta nada empalagosa.
En cuanto a su textura y corte, la tarta queda jugosa por dentro, aunque no tanto como la tarta coulant de Clara Villalón ni otras que prácticamente se deshacen al porcionarlas. Esta queda cuajada pero cremosísima en el centro y con un color tostado tanto por fuera como por dentro.
Ya veréis qué sencillo resulta todo el proceso para hacer esta tarta de queso tan original, siempre que sigáis nuestros consejos para prepararla. Y ya, sin más preámbulos, paso a enseñaros la receta de esta deliciosa tarta que me tiene enamorado.
Metemos todos los ingredientes indicados salvo la ralladura de naranja y el dulce de leche en un bol y los batimos. La tarea será más fácil si os ayudais de una batidora de varillas o un robot. También es preferible si dejáis a temperatura ambiente al menos dos horas todos los ingredientes para que no estén duros de la nevera.
Cuando tenemos una típica masa de tarta de queso o cheesecake, agregamos el dulce de leche poco a poco y seguimos batiendo. Cuando todo esté disuelto, quedará de color uniforme, tipo café con leche. Precalentamos el horno a 190ºC. Arrugamos un papel de horno y lo humedecemos para que sea maleable. Forramos el molde donde vayamos a hornear la tarta.
Yo he utilizado una fuente de barro, porque no tenía un molde pequeño y alto de unos 18 cm de diámetro. Así he tenido que hacer dos tartas pequeñas, una tarta para casa y otra para regalar a mis vecinos, pero obviamente, también podéis hacerlo en un solo molde. En ese caso, tardará en estar a punto aproximadamente 35 a 40 minutos.
Si lo hacéis como yo en dos pequeños, -que se pueden hornear a la vez en el horno-, serán necesarios aproximadamente 25 a 30 minutos. Para comprobar que las tartas están listas, podéis meter una brocheta y comprobar que sale ligeramente manchada. Después, apagamos el horno y dejamos que la tarta se enfríe dentro antes de desmoldar, dejándola en la nevera hasta el momento de porcionar.
Para servirla, rallamos la cáscara de naranja y ponemos unas hojitas de los cogollitos más pequeños de la hierbabuena, para añadir un toque extra de frescor y colorido. Seguro que la vais a disfrutar tanto como yo.
Con qué acompañar la tarta de queso y dulce de leche
La tarta de queso y dulce de leche la puedes tomar con una bolita de helado o con cualquier otro acompañamiento dulce, pero, dada su carga calórica, te recomiendo que la tomes sin más compañía que una infusión o un buen café para rematar la experiencia.
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